SANTO DOMINGO. - El Dr. César Mella Mejías, director del Instituto Dominicano de Seguros Sociales (IDSS), participó como orador en la X Cumbre Seguridad y Defensa 2017, Fortalecimiento de la Seguridad Vial, organizada por la Fundación Global Democracia y Desarrollo (FUNGLODE), con el tema “Análisis de la Violencia Vial”.
Allí analizó los distintos comportamientos que se manifiestan en los conductores que transitan en las vías del país. Dijo que la violencia vehicular o conducción agresiva, son acciones cometidas por automovilistas y que son motivadas por disputas con otros conductores o peatones, derivadas de problemas de tráfico como congestiones vehiculares en horas pico, factores que hacen explotar la ira o enojo de quienes se ven involucrados en ellos.
Asimismo, aseguró que ésta “es una combinación de acciones de conducción insegura y conducción ilegal que demuestran una desatención por la seguridad”, por lo que considera que la agresividad en la conducción no necesariamente requiere de intencionalidad.
Estadísticas en el país
El reconocido psiquiatra, dijo que es alarmante las muertes por accidentes de tránsito en el país, ya que según las estadísticas la República Dominicana es el segundo país de los 182 pertenecientes a las NU con una tasa de 41.7 fallecimiento/100m habitantes, sólo superado por la isla Niue en el Pacífico, con 68.3%. 2,122 personas fallecieron el año pasado víctimas de accidente de tránsito, 8% más respecto al año 2015. (Ministerio de Interior y Policía).
Causas y consecuencias
Señaló que entre las causas de la violencia vial se encuentra el estrés cotidiano que afecta a los individuos ocasionandoles ansiedades o frustraciones que los convierten en seres con actitudes defensivas en todo momento hasta llegar al extremo de violentar a otros.
Así como las causas de la violencia en el tráfico, entre las que citó las precariedades de las carreteras, infraestructuras deficientes, deficiencia en la colocación de señales, imprudencia de agentes de tráfico, de conductores y la falta de educación.
Citó las distintas manifestaciones de la violencia vial, tales como las aceleraciones bruscas y arriesgadas amenazas con acercamientos extremos entre dos vehículos, también entradas y salidas rápidas de la calzada, bloqueo del flujo vehicular en autopistas o arterias importantes creando congestión, tocar bocina excesivamente, entre otros.
Expresó que los casos más extremos terminan en lesiones físicas de distinta gravedad. “La Violencia Vial es considerada como delito grave pues pone en riesgo la integridad física de las personas, no obstante, las penalizaciones son de grado menor (multas o presidio leve), a no ser que existan lesiones a terceros, lesiones fatales u homicidios”.
Recomendaciones
El conductor enojado es un conductor peligroso, la rabia puede llevar a actos arriesgados, exceso de velocidad y a conducir sin control, y es necesario controlar la furia, pues es vital tener una concentración total.
Recomendó, abandonar el lugar, el área, la vía, no permitir que la rabia e impotencia le dominen, usar el sentido común y protegerse.
Dijo que, para mejorar, las autoridades competentes deben retomar los entrenamientos en Educación Vial, el uso del cinturón de seguridad, así como modernizar los procedimientos para obtener una licencia de conducir a no tan sólo un simple examen escrito, sino que incluyan un acápite de normas de educación vial.
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