SANTO DOMINGO.- Los servicios de salud manejan una cartera de usuarios con edades diferentes edades, según explica la doctora Raysa Portorreal para el 2020 1 de cada 5 dominicanos será una persona adulta mayor, con dificultad para hacer actividades de la vida diaria, como caminar, vestirse, dormir, alimentarse y socializar.
“Son actividades propias del ser humano, las cuales entran en un proceso normal como parte del ciclo vital de deterioro cognitivo, donde se evidencian pérdidas ocasionales de memoria, como los olvidos frecuentes de las direcciones u objetos dejados en lugares inimaginables”, afirma.
Por este motivo, explica, es necesario hacer un análisis en un contexto amplio, para valorar objetivamente las capacidades instaladas que tienen los centros de salud en la República Dominicana, los cuales deben estar en capacidad de ofrecer seguridad física, en un ambiente de respeto, además de proporcionar atenciones adecuadas priorizando las necesidades particulares de la población.
Añade que estas necesidades se enfocan en el reconocimiento pleno del individuo como un sujeto con garantía de derechos, los cuales deberán ser proporcionados por una red de servicios de salud, contratada por cada aseguradora (ARS) para dar una respuesta efectiva a esta población, tal y como lo establece la Ley 87-01 sobre el Sistema Dominicano de Seguridad Social.
De acuerdo con la especialista, esta red de servicios de salud deberá ser contratada por cada empresa administradora de riesgos de salud (ARS), sobre la base de la cantidad de usuarios/as con necesidades particulares propias del ciclo biológico en el cual se encuentran, lo que se traduce en la identificación de los centros de salud, con capacidad de respuesta para una atención de calidad durante el proceso de envejecimiento:
· Centros que puedan planificar el desarrollo de un servicio integral de atención al envejecimiento activo, el cual comprenda los médicos geriatras, los neurólogos, logopedas, foniatras, psicólogos y psiquiatras para una atención de calidad.
· Centros organizados para manejar grupos de apoyo a la familia, para los casos de adultos mayores con signos evidentes de pérdida de memoria.
· Centros que Incluyan en los servicios de atención directa al usuario las visitas domiciliarias como parte del protocolo de atención.
· Centros con un servicio de enfermería sensibilizado con las necesidades del proceso de envejecimiento.
· Todo centro de salud en el país deberá contar con rampas para personas con dificultad física o algún tipo de minusvalía.
· Deberá disponer de andadores y sillas de ruedas, así como personal de apoyo para la asistencia personalizada.
· Los centros que deben ser contratados para dar servicios a esta población, deben contar con baños adaptados, con espacios suficientes y soportes tipo barras de seguridad para los usuarios.
Estos retos, agrega, deberán ser asumidos como parte del compromiso de todas las instancias públicas y privadas, además de las entidades reguladoras del Sistema Dominicano de Seguridad Social, para la garantía de una atención de salud con calidad, que beneficie a la población envejeciente con mejoras en la calidad de vida, para una vida productiva y de valores que aporten al país, reduciendo los costos de la medicina asistencialista, la cual deberá ser llevada a una práctica médica preventiva con una mayor participación de cada uno de los usuarios.
Asegura que los retos vinculan a todos, tanto usuarios, como prestadores de servicios de salud, médicos independientes y centros, para lograr impulsar desde el Ministerio de Salud Pública una habilitación hospitalaria enfocada en las mejoras de los servicios de salud con miras al envejecimiento de la población.
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