Por el doctor Miguel Santos.
Desde unos días atrás, se ha fortalecido el conflicto entre las ARS y los PSS (específicamente los centros médicos y médicos especialistas), estos últimos han anunciado un paro de servicios para algunas de las ARS del sistema, lo cual es posible que deje desprotegida a una parte importante de los afiliados, puesto que hay varios elementos que son motivo de conflicto, tanto por coberturas, derechos, acusaciones de ambos lados y el tema espinoso de la glosa que está incluido.
El Sistema Dominicano de Seguridad Social (SDSS) ha avanzado, en comparación al inicio de su promulgación en mayo del 2001. La Superintendencia de Salud y Riesgos Laborales (SISALRIL) en el artículo 172 de la Ley 87-01 establece que es la institución del estado y del sistema supervisora del ramo, además de autorizar las operaciones y los controles técnicos, financieros o administrativos de las ARS y los PSS, es llamada a ser el árbitro entre estos. sin embargo, ha sido percibido escasamente por la población, el esfuerzo de la institución por ordenar y garantizar la calidad de los servicios que se brindan a través de los estos actores y lograr que las ARS cumplan con uno de sus roles que es “asumir el riesgo de garantizar a los beneficiarios una protección de calidad”.
Hay varios elementos que van de la mano, para que todos los dominicanos recibamos unas atenciones de salud con cierto grado de calidad y es lamentable que los menos afortunados son los que reciben las menores y peores atenciones de servicios de salud, en nuestra querida patria.
En el artículo mencionado anteriormente (172 la Ley 87-01) expresa que “la SISALRIL regulará las condiciones mínimas de los contratos entre las ARS y las PSS, propiciando formas de riesgos compartidos que fomenten relaciones mutuamente satisfactorias. A tal efecto, establecerá normas, condiciones e incentivos recíprocos que estimulen una atención integral, oportuna y de calidad mediante mecanismos compensatorios, en función de indicadores y parámetros de desempeño y resultados previamente establecidos, velando porque los contratos y subcontratos se ajusten a los principios de la seguridad social”. Con este artículo de la ley podemos interpretar que SISALRIL, tiene una gran responsabilidad civil, por el hecho de que esté permitiendo en estos momentos, las distintas situaciones entre quienes recae las atribuciones establecidas por la ley de brindar el servicio uno y pagar lo contratado el otro.
Las acusaciones por parte de los gremios médicos a las ARS y viceversa, desde mi óptica no resolverán los problemas actuales, por lo que como planteó el Ministro de Salud Pública, “siempre habrá motivos de conflicto, por lo que él entiende (lo secundo), que dichas diferencias pueden ser resueltas por la vía de las negociaciones”. ¿Hasta el momento cuáles han sido las regulaciones realizadas y sus efectos en el sistema? Donde ambas partes incumplen los contratos de gestión, por un lado, el PSS realiza copagos injustificados a los afiliados, porque entiende que sus costos no corresponden a la realidad actual de los contratos (lo que no logro comprender es, cómo entonces firma un contrato, sabiendo de antemano cuánto le pagarán), de la otra parte las ARS, evaden el pago de servicios o insumos que les corresponde pagar a los PSS, en ocasiones haciéndose la “chiva loca” como popularmente se dice, sobre todo con el tema de las resoluciones 375-02 y 471-02 del Consejo Nacional de la Seguridad Social (CNSS), saliendo perjudicado siempre el de menor fuerza (en este caso particular, el afiliado).
SISALRIL, viene siendo en esta parte del SDSS el control estructural adecuado, real y eficiente que se cerciore objetivamente de cómo velar por el buen funcionamiento del sistema, haciendo sus correspondientes supervisiones y que el Ministerio de Salud Pública juegue el rol que le corresponde como rectora del sistema de salud nacional. En cuanto a Auditoría Médica se refiere hizo un gran esfuerzo el año pasado al emitir la Resolución 00219-2017, sin embargo, las mismas debilidades del sistema relacionadas al control, tienen a esta resolución aplazada.
¿Cómo puede la Sisalril fomentar relaciones mutuamente satisfactorias si ninguna de las partes usualmente se siente representada por ella? (por mi experiencia en ambos lados, siempre ha habido quejas de uno y de otro), por lo que es recomendable que ya se establezcan los indicadores y los parámetros de desempeño, puesto que no se percibe hacia afuera, que la Institución motive tanto a las ARS como a los PSS, a establecer dentro de los contratos de gestión, indicadores de salud que puedan mejorar la calidad de la atención que se brinda. Que debe ser el objetivo de toda la colectividad nacional, mejorar lo que actualmente tenemos.
En adición a esto, en dos ocasiones ha llamado la atención a varias de las ARS en cuanto a que han aplicado en “perjuicio” de sus afiliados, una medida en la cual estas no aceptan la prescripción de un médico que no esté contratado por ellos, sin que esto tenga alguna consecuencia para las mismas. Estás ARS han hecho caso omiso, saliendo afectado, como siempre, el afiliado.
Aclaró que, siendo médico, tengo el interés en que ninguno de los actores sea perjudicado, sigo insistiendo que, aunque la gran mayoría no quiera llamarlo de esta manera, la salud actualmente en República Dominicana, es un negocio, cuya mercancía es el dolor humano, donde el lucro es el objetivo final, que está bien, siempre y cuando sea justo y entreguemos un servicio integral.
Hipócrates nos legó a los médicos “Primun Non Nocere”, que traducido al español significa “primero no hacer daño”. Como bien expresó el Ministro de Salud Pública, entiendo que tanto ellos como la SISALRIL, jugando el rol que la ley les faculta, deben hacer un llamado a todos los que estamos en conflicto e intentar mejorar y cambiar el clima en el sistema, de esta manera, podemos aportar cada uno el grano de arena que nos corresponde según el rol, que establecen las leyes dominicanas en esta materia.
Es tiempo de que todos acordemos un cambio definitivo de cultura, en relación al manejo que hemos dado a la salud, tanto los que dan el servicio como los que lo pagan, así como los rectores y moderadores. Pensemos y enfoquemos todas nuestras acciones en favor de los usuarios (pacientes, clientes o como usted desee llamarlos). Ellos son la razón de existir de todos nosotros.
Si los liderazgos del sistema, aquellos que deben y tienen la autoridad y el poder de tomar las mejores decisiones para todos, siguen permitiendo tales situaciones, en vez de avanzar, retrocedemos a las edades más primitivas de la humanidad.
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