Las fake news en nutrición se caracterizan por ser noticias demasiado buenas o demasiado malas. Es decir, cuando el beneficio otorgado a un único alimento supera el que puede aportar un patrón de alimentación saludables.
Consejos para detectarlas
No dar credibilidad a aquellos titulares que son demasiado buenos o demasiado malos. Aunque a veces la información se base en estudios, estos pueden estar hechos en animales y por tanto los resultados no se pueden inferir a las personas, o están hechos en humanos pero la muestra es muy pequeña o el seguimiento es muy corto por lo que no se puede obtener ninguna conclusión general.
Si hace referencia a un único alimento debemos tomar la información con cautela, porque ningún alimento tiene la capacidad de suponer un cambio en la salud más importante que lo que puede hacer un patrón de alimentación saludable.
¿Por qué todo el mundo parece estar autorizado para hablar de alimentación?
La alimentación es algo tan cotidiano que todo el mundo se siente legitimado para hablar sobre cuánto comer, cómo y en qué circunstancias. En esto debemos ser críticos y revisar el perfil de la persona que informa.
También es importante conocer el interés de los autores y la financiación del estudio. Puede haber un riesgo potencial en el planteamiento del método y la interpretación de los resultados. Otros buscan protagonismo a toda costa.
Es buena señal que haya referencias que podamos consultar si queremos profundizar en la fuente y conocer si la información se ha contextualizado adecuadamente.
Noticias sobre superalimentos, ¿se pueden clasificar como fake news?
Los superalimentos son una creación publicitaria para facilitar las ventas de unos alimentos que generalmente son de origen vegetal y ricos en nutrientes, que tienen un alta capacidad antioxidante por su contenido en fitoquímicos. Sin embargo no hay un definición científica sobre ellos y mucho menos para otorgarles propiedades sobrenaturales.
En este tipo de alimentos podemos encontrar las bayas goji, las semillas de chía, la quinoa, los arándanos, el brócoli, la maca, etc. Esos alimentos son ricos en nutrientes y fitoquímicos, no tienen ninguna propiedad especial que los diferencia de otros, al menos hasta el punto de convertirlos en superalimentos y que nos aporten propiedades excepcionales.
La clave de una alimentación saludable está en el patrón alimentario que mantenemos a lo largo de nuestra vida. Esta combinación de alimentos y de estilo de vida, es la que puede contribuir a prevenir enfermedades. Por ejemplo en el caso de la dieta mediterránea. Su adherencia reduce el riesgo cardiovascular y de diabetes. Sin embargo, patrones de alimentación ricos en grasas saturadas, azúcares y sal, aumentan el riesgo de enfermedades crónicas.
Fuente Efesalud
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