SANTIAGO.- Con miras a fortalecer su unidad de diagnóstico de seno, Diagnosis, Imágenes Médicas y Laboratorio Clínico, adquirió dos nuevos equipos, un sistema automatizado de ultrasonido de mama (ABUS); libre de radiación y que aumenta significativamente la sensibilidad del diagnóstico del cáncer de seno.
Cómo parte de su misión de calidad, confiabilidad, innovación constante y servicio, a sus modernas herramientas de trabajo y especialidad agregan la biopsia de seno estereotáctica asistida por vacío, técnica que mejora los métodos de punción habituales, permitiendo obtener muestras más grandes, más numerosas y, en algunos casos, se puede extirpar toda la lesión.
De acuerdo al doctor Marcel Morel, director médico de Diagnosis, estas ventajas disminuyen los resultados dudosos y las biopsias en quirófano. Además, en el caso del ABUS, se utiliza una sonda automatizada que minimiza las posibilidades de error humano durante la exploración y permite obtener imágenes detalladas 3D de todo el seno.
El doctor Morel instaló en 1987 el primer equipo de mamografía del país, se mantiene actualizando las áreas físicas, los equipos y haciendo más eficientes las técnicas en el centro que lleva 33 años adherido a una política permanente de excelencia.
“Como especialistas en imágenes médicas, la mayor recompensa para el equipo de Diagnosis es ser uno de los pilares del buen diagnóstico y tratamiento de nuestros pacientes; y sentirnos partícipes del restablecimiento pleno de su salud” expresó el doctor Morel durante la presentación de las nuevas tecnologías en el tratamiento de las mamas.
De igual forma anunció que gracias a los avances de la medicina y las campañas sobre detección temprana, las tasas de supervivencia en torno al cáncer de mama tienen hoy un índice de un 90 por ciento.
En ese sentido motivó a representantes de medios informativos, ARS y demás sectores involucrados a mantener las acciones de difusión que contribuyen a sensibilizar y educar en torno a la prevención.
El cáncer de mama es el más común entre las mujeres en todo el mundo. Representa el 16 por ciento de todos los cánceres femeninos. Según datos de la Organización Mundial de la Salud, aunque este cáncer está considerado como una enfermedad del mundo desarrollado, la mayoría –un 69 por ciento- de las defunciones por esa causa se registran en los países en desarrollo.
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