Un 20 por ciento de los pacientes mayores de 65 años son diagnosticados de enfermedad arterial periférica. Ahora, investigadores del Cima Universidad de Navarra y del Complejo Hospitalario de Navarra (CHN) han demostrado que una molécula de las bacterias intestinales predice el riesgo de mortalidad en estos pacientes. Los resultados de este trabajo, realizado en el marco del Instituto de Investigación Sanitaria de Navarra (IdiSNA), se han publicado en Scientific Reports, revista del grupo Nature.
Este cuadro médico es una causa importante de patología vascular aguda y crónica y se asocia con un riesgo alto de infarto de miocardio, accidente cerebrovascular isquémico, amputación de extremidades y muerte. Los pacientes con enfermedad arterial periférica presentan niveles altos de arteriosclerosis, inflamación crónica de las arterias y dolor en las extremidades inferiores, principalmente. En función del grado de enfermedad, su calidad de vida disminuye notablemente.
“El principal problema es que los síntomas se manifiestan cuando la enfermedad está avanzada, lo que reduce la eficacia del tratamiento. En este trabajo hemos estudiado los niveles de trimetilamina-N-óxido (TMAO), un metabolito derivado de la flora bacteriana intestinal, que se asocia con riesgo de aterosclerosis.
Mediante una técnica de espectrometría de masas evaluamos su asociación con la gravedad y el pronóstico de la enfermedad y confirmamos que los pacientes con TMAO alto muestran un mayor riesgo de muerte cardiovascular”, explica Carmen Roncal, investigadora del Programa de Enfermedades Cardiovasculares del Cima Universidad de Navarra y primera autora del trabajo.
Fuente: Redacción Médica
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