Un estudio internacional liderado por los investigadores del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC), el Dr. Miguel Torres y la Dra. Ghislaine Lioux, ha identificado y caracterizado un nuevo nicho vasculogénico que contribuye al desarrollo linfático coronario y muestra que los vasos linfáticos cardíacos son de origen y función heterogéneos. Los resultados del estudio desvelan que la vasculatura linfática del corazón no tiene un único origen, sino que se forma mediante la participación de células procedentes de distintos tejidos.
Este trabajo, que se publica hoy en Developmental Cell, abre una nueva vía para futuros estudios sobre el mecanismo involucrado en la vasculogénesis linfática en este nuevo nicho y sobre la diversidad funcional de los vasos linfáticos cardíacos.
La circulación coronaria, esencial para la función del corazón, no consiste sólo en el sistema arterial-venoso, que proporciona oxígeno y nutrientes, sino que en ella además intervienen vasos linfáticos que cumplen funciones esenciales como la protección del corazón frente a infecciones, la prevención de la formación de edemas (retención de líquidos) en el miocardio o la mejor recuperación de la función cardíaca tras un infarto. A pesar de su relevancia, la vasculatura coronaria linfática es, en gran medida, una desconocida; de hecho, ha sido mucho menos estudiada que las arterias y venas coronarias.
El estudio internacional liderado por el grupo del Dr. Miguel Torres desde el CNIC con la participación del laboratorio del Dr. Guillermo Oliver, de la Universidad de Chicago (EEUU), el del Dr. Robert Kelly, de la Universidad de Marsella (Francia), y el de la Doctora Sagrario Ortega, del Centro Nacional de investigaciones Oncológicas (CNIO), ha investigado el origen del sistema linfático coronario durante la formación del corazón en el embrión del ratón.
Hasta ahora, explica el Dr. Torres, se pensaba que toda la vasculatura linfática se producía a partir de células que se desprendían de las venas principales del embrión temprano y, desde allí, migraban y colonizaban todos los tejidos y órganos del embrión.
Sin embargo, este estudio demuestra que, en el corazón, hay una segunda población de células linfáticas que se recluta más tarde en el desarrollo y no se origina de las venas, sino de lo que se conoce como "segundo campo cardíaco".
Fuente: AAAS
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