Por el doctor Rafael Pimentel, médico general
Según la OMS, la recertificación se refiere a cualquier iniciativa de una organización profesional orientada a exigir periódicamente a sus miembros algún tipo de requerimiento para mantener su estatus en el seno de la misma.
En el caso de la profesión médica, la recertificación es el resultado de un acto por el que una entidad competente, aplicando criterios preestablecidos, asegura a través de un proceso de evaluación que un profesional de la salud, previamente certificado, mantiene actualizados sus conocimientos y ha desarrollado sus actividades dentro de un marco ético adecuado.
En el contexto de la Recertificación con esta herramienta esencial en las manos las entidades gremiales y las sociedades científicas deben velar que la calidad del ejercicio profesional esté asegurada, sirva para ofrecer a nuestro pueblo la mejor atención sanitaria a través de médicos certificados y recertificados en el sistema que sostenemos y a nuestros colegas la seguridad de una retribución económica acorde al esfuerzo permanente de actualización para poder seguir brindándole dignamente con una mayor eficacia y satisfacción profesional.
Con la inminente introducción del sistema de Recertificación, la situación de República Dominicana, ofrece aspectos positivos y negativos. En la segunda posibilidad existen aspectos fundamentales: La ausencia de una cultura de evaluación y la instalación de los médicos en la “Cultura de la queja“, y una cultura de decir que esto no se aplicará ahora, sino hay que esperar muchos “La cultura de la postergación”. O no es una experiencia la vivida con la seguridad social, que no estuvimos preparados (ni lo estamos todavía) cuando se decía que la reforma del sector salud estaba a la vuelta de la esquina. Esto confirma lo que sería la cultura de postergación y la de quejas cuando nosotros siempre decimos que no será posible que esto suceda en este tiempo, pues no estamos preparados.
En la Recertificación Profesional existen asociada a estas varias incógnitas de las que tendríamos que responder con el tiempo: ¿Cuál es el objetivo final de la recertificación?,
¿Es un objetivo científico, corporativo, social o gremial?,
¿Se trata de un objetivo basado en el lustre o prestigio profesional?,
¿El objetivo es común para todos los médicos, o es diferente según sus necesidades o ambiciones?
Tendríamos que esperar el tiempo necesario para descifrar las diferentes incógnitas que nos hemos planteado en relación al tema. Nos aventuramos a afirmar que el objetivo no es meramente científico, sino que apunta asegurar las prestaciones en el sector social, tendiendo a una integración corporativa de los profesionales interesados en su carrera y tendría además una implicación gremial que a simple vista no vislumbramos. Esto trae consigo que nos formulemos algunas preguntas que tendrán que ser respondida por los encargados de dirigir el proceso de recertificación en su debido momento o cuando le llegue la oportunidad de hacerlos,
Estas serían algunas de las preguntas que nos formularíamos:
¿Cuáles son los controles que se tomarán para la formación continua y/o permanente?
¿Cómo se manejara la educación continuada o permanente?
¿Quiénes estarán autorizados a manejar la educación o formación continuada?
¿Cómo se revisarán o manejarán los programas de educación continuada?
¿Se hará un consenso con las diferentes sociedades médicas para las formaciones continuadas?
¿Habrá un programa único de educación continuada para cada año?
¿Tendrá un costo alto o será gratuita esta formación?
¿Se presentarán los diferentes congresos en Resort a costo inalcanzable para los médicos?
¿Se tomarán en cuenta los médicos de fronteras o fuera de las grandes ciudades?
La recertificación no garantiza por sí misma la calidad de los servicios sanitarios, pero pueden ser una excelente estrategia de política de recursos humanos que contribuyen poderosamente al prestigio y la legitimidad de la profesión ante la sociedad, y que una adecuada política de recursos humanos sin duda redundaría en una mayor eficiencia de las instituciones sanitarias.
Esto traerá para el médico mayores incentivos económicos, capacitación en base a la educación continua y/o permanente, rotaciones en el exterior, promoción al profesorado docente en hospitales, Curso de Metodología de la investigación para los residentes e investigación del perfil epidemiológico del país y de las 20 Patologías más frecuentes que causan morbimortalidad por especialidad y por región del país, estos ítems nos permitirá alcanzar los objetivos del milenio fundamentalmente en reducir la Mortalidad Infantil, Mortalidad Materna, y combatir otras enfermedades como: Cólera, Dengue, Leptospirosis, chikungunya, zika, VIH-SIDA, Paludismo entre otros.
Podríamos suponer que estos ítems que se mencionan en el párrafo anterior y los otros parámetros que hemos expuestos serán manejados por el consejo de recertificación, donde los pondrás en las manos de aquellos que tienen el poder de decisión y ejecutarán tal como está contemplado en otros artículos relacionado con el tema. Nos apresuraríamos a pensar que esto se consideraría como un simple pedimento por alguien que ve la recertificación como un proceso que deberá ser obligatorio para los médicos y que les serán dados los incentivos necesarios para su prestigio o mejoras económicas.
Esperamos que la recertificación adquiera o cumpla con los objetivos planteados o por los menos se logren adecuar los profesionales médicos a los últimos tiempos, elevando la calidad y la eficacia en los servicios brindados.
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