Conociendo un poco más el TDAH

Por: Licenciada Nayely Aguiar

Psicóloga clínica 

Terapeuta infantil juvenil

Sería prudente iniciar por  explicar de manera simple que es el TDAH  debido a que es uno de los diagnósticos  que generan muchas dudas en la población.

El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) es un trastorno del neurodesarrollo, que está presente tanto en la infancia, como en la adolescencia y en la edad adulta. De hecho, es uno de los más prevalentes y frecuentes entre los niños y adolescentes, pues afecta a entre un 2 y un 5 por ciento de la población infantil.

Aunque la causa exacta del TDAH no está clara, las investigaciones continúan. Al día de hoy se reconocen algunos factores que pueden estar involucrados en el desarrollo del TDAH incluyen la genética, el medio ambiente o problemas con el sistema nervioso central en momentos clave del desarrollo. Popularmente se sospecha que el consumo de azúcar es la causa del TDAH pero no hay pruebas confiables que lo confirmen, pero si se consideran factores de riesgo del trastorno por déficit de atención/hiperactividad los siguientes:

• Familiares consanguíneos, como padres o hermanos, con trastorno por déficit de atención/hiperactividad u otro trastorno de salud mental
• Exposición a toxinas ambientales, como el plomo, que se encuentra principalmente en la pintura y las tuberías de edificios antiguos
• Consumo de drogas, consumo de alcohol o tabaquismo por parte de la madre durante el embarazo
•  Nacimiento prematuro
•  Lesión cerebral

Signos y síntomas

Hay tres tipos diferentes de TDAH, según qué tipos de síntomas sean más fuertes en la persona: La falta de atención, la hiperactividad/impulsividad o una combinación de ambas (subtipo combinado).

Un niño con TDAH puede presentar las siguientes conductas:

•  Fantasear mucho.
•  Olvidar o perder las cosas con mucha frecuencia.
• Excesiva inquietud motora (moverse en todo momento).
• Hablar en exceso.
• Cometer errores por descuido o correr riesgos innecesarios.
• Tener problemas para resistir la tentación.
• Tener problemas para respetar turnos y dificultad para esperar.
•  Tener dificultades para llevarse bien con otros.

Debido a las dificultades para mantener la atención, memorizar los temarios, incapacidad para planificar y organizar las tareas y Además presentar problemas con la autoridad dada su impulsividad los menores con TDAH pueden presentar fracaso escolar o requerir un esfuerzo excesivo para obtener buenos resultados académicos. Aproximadamente un 20% de los niños con TDAH tiene una evolución positiva, sin presentar problemas importantes en la adolescencia. Sin embargo, en un 80% de los casos no se produce así. De los cuales más de la mitad presentan dificultades durante la adolescencia y la vida adulta. En ese caso, destacan problemas emocionales, sociales y dificultades de aprendizaje. Es por esto que es necesario realizar un diagnóstico precoz que permita intervenir a tiempo.

Reconocer si un niño tiene TDAH es un proceso de varios pasos  No hay un único examen para diagnosticar el mismo, Una de las mayores incertidumbres a la que se enfrentan unos padres cuyo hijo presenta las características mencionadas es saber a qué profesional dirigirse o llevar acabo dicho diagnóstico, Un diagnóstico como este debe ser dado por un psicólogo clínico. Sin embargo, en el caso de que el tratamiento requiera de un apoyo farmacológico, éste únicamente podrá ser realizado por un Psiquiatras, neuropediatras y neurólogos.

El plan terapéutico del TDAH debe ser individualizado según las necesidades de cada niño y con un enfoque multidisciplinar. Los principales pilares del mismo son la psicoeducación familiar y escolar, la intervención psicoterapéutica y psicopedagógica  con terapia conductual y  el tratamiento farmacológico.  Los buenos planes de tratamiento incluirán seguimiento y cualquier cambio necesario en el camino con la finalidad de obtener mayor beneficio para el niño.