La sepsis o septicemia es una complicación que sucede cuando el cuerpo produce una respuesta inmunitaria anormal, desbalanceada y tóxica frente a una infección. La sepsis es considerada una urgencia médica.
Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), cerca de 31 millones de personas sufren un episodio de sepsis cada año en el mundo y de estas, alrededor de seis millones mueren a causa de dicho padecimiento. Asimismo, 1.2 millones de niños son diagnosticados anualmente.
De acuerdo la doctora Monique Baudrit, gerente médico senior de Pfizer Centroamérica y Caribe, la sepsis es uno de los mayores desafíos que se da en los hospitales; puede ocurrir en personas ingresadas en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), intubadas o con catéteres intravenosos, con heridas o quemaduras y hasta en aquellas con una hospitalización más prolongada.
“Las enfermedades infecciosas continúan siendo una de las grandes problemáticas de salud pública en el mundo y la sepsis es muestra de ello. Por eso queremos elevar la voz para concientizar sobre la importancia de detectar una septicemia a tiempo mediante un mejor reconocimiento de sus síntomas y la optimización de las capacidades de diagnóstico, así como del manejo adecuado y eficaz de la enfermedad", agregó la doctora Baudrit.
Destacó que si no se detecta a tiempo, la sepsis puede ocasionar daños irreversibles en tejidos, disfunción orgánica como problemas en pulmones para respirar, orina escasa o nula y cambios en el estado mental, entre otros. El choque séptico es el nivel más grave de esta enfermedad, donde la presión sanguínea baja a niveles peligrosos y se incrementa el riesgo de muerte.
Aclaró además que el que haya una infección no siempre implica que se desarrollará una sepsis; sin embargo, es importante estar atento a los síntomas más frecuentes, entre los que destacan la fiebre, los escalofríos, cambios de estado mental y desorientación, respiración (mayor o igual a 22 respiros por minuto) y frecuencia cardiaca rápida, presión arterial sistólica igual o menor que 100 mm Hg, así como sarpullido.
La gran parte de los pacientes suele recuperarse de una sepsis leve; sin embargo, los que padecieron una septicemia grave, tienen de dos a tres veces más probabilidades de reingresar al hospital por futuras infecciones. Por eso, es importante detectar una sepsis tan rápido como sea posible y tratarla de la manera más eficaz; el riesgo de muerte por sepsis incrementa en un 8% cada hora antes del tratamiento.
“La sepsis solamente se puede prevenir si como ciudadanos trabajamos juntos para reducir o eliminar las infecciones. Una de las medidas más importantes que puede aplicar la población es vacunarse contra diferentes enfermedades y mantener su esquema completo, de acuerdo con las indicaciones de cada país. Además, continuar con la práctica constante del lavado de manos y cumplir con el régimen de tratamiento recetado por el médico, para evitar complicaciones o reinfecciones a futuro”, concluyó la doctora Baudrit.
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