Un estudio en el que participaron investigadores de la Universidad de Kingston demostró que un escaneo ocular rutinario con inteligencia artificial podría emplearse para predecir de manera rápida y precisa si una persona tiene un alto riesgo de enfermedad cardíaca.
De acuerdo a los autores este método tiene un gran potencial y podría ser tan bueno como una medida estándar del riesgo cardiovascular.
Consideran que sus hallazgos podrían allanar el camino para que la detección cardiovascular se realice de manera más rápida y sencilla mediante el uso de cámaras, sin necesidad de análisis de sangre o mediciones de la presión arterial.
Los investigadores desarrollaron un algoritmo habilitado para IA completamente automatizado, llamado QUARTZ, para evaluar el potencial de las imágenes de la vasculatura retiniana junto con los factores de riesgo conocidos para predecir la salud vascular y la muerte.
El algoritmo puede evaluar una sola imagen de la retina en menos de un minuto.
Los resultados del estudio fueron publicados en el British Journal of Opthalmology y dados a conocer por la Universidad de Kingston.
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