En la 29ª Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP29), celebrada del 11 al 22 de noviembre, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) llamó la atención sobre la necesidad urgente de priorizar a las poblaciones en situación de vulnerabilidad al enfrentar el impacto del cambio climático en la salud.
Durante el evento, Gerry Eijkemans, Directora del Departamento de Determinantes Sociales y Ambientales para la Equidad en Salud de la OPS, subrayó que las lecciones aprendidas de la pandemia de COVID-19 deben aplicarse en la lucha contra el cambio climático. Eijkemans enfatizó que, sin un enfoque centrado en las comunidades más vulnerables, las desigualdades en salud y clima seguirán aumentando: “Es crucial que nos centremos en las condiciones en las que viven las personas y en cómo estas condiciones las hacen vulnerables al cambio climático. Si no lo hacemos desde el principio, dejaremos a mucha gente atrás”, afirmó.
En octubre de 2024, durante el 61º Consejo Directivo de la OPS, los Estados Miembros aprobaron una nueva política que refuerza la respuesta del sector salud ante el cambio climático con un enfoque en la equidad. Esta política busca asegurar la inclusión de comunidades vulnerables en la adaptación y mitigación del cambio climático, optimizar los sistemas de vigilancia y aumentar la inversión en salud climática.
La Región de las Américas se enfrenta a desafíos significativos debido a su vulnerabilidad a fenómenos meteorológicos extremos, economías dependientes de sectores sensibles al clima y altos niveles de desigualdad social. La OPS destacó que las olas de calor han provocado un aumento del 160% en las muertes relacionadas con el calor en las últimas dos décadas y que enfermedades transmitidas por vectores, como el dengue y la malaria, se han extendido a nuevas zonas debido al incremento de las temperaturas.
En la COP29, la OPS, en colaboración con la Organización Mundial de la Salud (OMS), organizó eventos enfocados en fortalecer la resiliencia del sector salud en los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo (PEID), que son particularmente vulnerables a huracanes e inundaciones. Como parte de su iniciativa regional, la OPS implementó el Plan de Acción del Caribe sobre Salud y Cambio Climático, centrado en cuatro estrategias clave: empoderamiento, evidencia, implementación y recursos.
La OPS continúa su compromiso para reducir los impactos del cambio climático en la salud de las Américas, asegurando que la equidad siga siendo el centro de sus esfuerzos. La colaboración entre países y el enfoque en las poblaciones más afectadas serán esenciales para mitigar los efectos del cambio climático en la salud pública.
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