Un equipo de científicos del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (IDIBELL) ha logrado un avance significativo en la comprensión del sarcoma de Ewing, el segundo tumor óseo más frecuente entre niños y adolescentes. Utilizando un enfoque innovador basado en técnicas multi-omics, los investigadores han identificado factores clave en la metástasis, principal causa de mortalidad asociada a este tipo de cáncer.
Los resultados, publicados en la prestigiosa revista científica Molecular Oncology, revelan nuevas posibles vías terapéuticas que podrían transformar el tratamiento de esta enfermedad.
El sarcoma de Ewing es un tumor óseo raro que afecta principalmente a niños y adolescentes entre los 10 y los 20 años. A pesar de ser poco frecuente, su alta agresividad y capacidad de propagarse a otros órganos, como pulmones y médula ósea, dificulta los tratamientos disponibles, especialmente en estadios avanzados.
Los investigadores del IDIBELL han centrado sus esfuerzos en entender los mecanismos biológicos de la metástasis, un proceso que reduce drásticamente las tasas de supervivencia
La investigación se basó en un modelo animal desarrollado en el IDIBELL, en el cual se implantaron células tumorales humanas en ratones inmunodeficientes. Este sistema permitió recrear los procesos biológicos de diseminación del tumor y analizar sus mecanismos de forma detallada.
Mediante el uso de técnicas multi-omics, el equipo integró datos transcriptómicos, proteómicos y epigenéticos, lo que permitió una visión global del desarrollo tumoral:
- Transcriptómica: Identificó los genes activados durante la progresión del tumor.
- Proteómica: Destacó proteínas esenciales en la migración e invasión celular.
- Epigenética: Reveló cambios en la regulación genética a través de la metilación del DNA.
Este enfoque holístico permitió identificar conexiones entre distintas capas biológicas, facilitando una comprensión más profunda de los procesos moleculares implicados.
Entre los hallazgos más relevantes del estudio destacan la proteína CREB1 y el gen LOXHD1, que desempeñan un papel fundamental en la progresión metastásica:
- CREB1: Un regulador central que controla la activación de genes asociados a la invasión tumoral. Uno de estos genes, FGD4, podría ser crucial para la movilidad y estructura de las células cancerosas, convirtiéndose en una posible diana terapéutica.
- LOXHD1: Está implicado en la formación de clones tumorales y podría ser un objetivo para frenar la diseminación del cáncer.
Según la Dra. Mariona Chicón-Bosch, líder del estudio, “el enfoque multi-omics nos ha permitido explorar el sarcoma de Ewing desde una perspectiva integradora, identificando mecanismos cruciales para frenar la progresión de la enfermedad”.
Por su parte, el Dr. Óscar M. Tirado añadió: “Estos resultados abren la puerta al desarrollo de tratamientos personalizados dirigidos a las vías moleculares que hemos identificado, mejorando la efectividad y reduciendo los efectos secundarios”.
Los investigadores también señalaron que estos hallazgos podrían ser aplicables a otros tipos de cáncer con características similares, ampliando su impacto potencial.
Este avance ha sido posible gracias a la colaboración entre varias instituciones, incluyendo el Pediatric Cancer Center de Barcelona, la Universidad de Santiago de Compostela y el German Cancer Research Center (DKFZ). La unión de esfuerzos nacionales e internacionales ha sido clave para llevar a cabo esta investigación innovadora.
Con estos resultados, el estudio marca un hito en la lucha contra el sarcoma de Ewing, ofreciendo nuevas herramientas para mejorar las perspectivas de los pacientes más jóvenes afectados por este devastador cáncer.
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