Una evaluación del programa de nutrición materno-infantil que ejecuta la organización no gubernamental norteamericana Batey Relief Alliance (BRA) en comunidades rurales de la provincia Monte Plata reveló datos preocupantes sobre la situación nutricional de niños menores de 10 años y mujeres en edad reproductiva.
El diagnóstico, realizado en julio de 2024 en colaboración con la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Minnesota, fue titulado “Mejorando los Resultados de Nutrición en las Comunidades Rurales de Monte Plata, República Dominicana”. El estudio se enfocó en niños menores de diez años y mujeres en edad fértil, y se desarrolló en las comunidades de Guazumita, Hoyo de Pun y Triple Ozama.
La investigación se llevó a cabo mediante entrevistas estructuradas y mediciones antropométricas en 53 hogares, evaluando a 74 niños y 55 mujeres embarazadas registradas en el programa de salud materno-infantil de BRA, bajo su Iniciativa de Empoderamiento de la Mujer, con el apoyo de personal de salud comunitaria y estudiantes de salud pública.
Uno de los hallazgos más relevantes indica que los niños presentan un alto consumo de alimentos procesados y ultraprocesados. Además, más del 60% de las personas entrevistadas afirmó que agrega sal y azúcar a alimentos ya preparados. La principal barrera identificada para una alimentación saludable fue la dificultad de acceso, lo que explicaría el consumo elevado de productos de fácil adquisición.
En términos nutricionales, el 14% de los niños presenta sobrepeso u obesidad, con una incidencia más alta entre las niñas (18%). Asimismo, el 33% consume bebidas azucaradas frecuentemente, mientras que solo el 11% incluye lácteos en su dieta diaria.
El informe también advierte que el 65% de las mujeres en edad reproductiva muestra signos de sobrepeso u obesidad, siendo especialmente elevada (82%) en el grupo etario de 30 a 39 años. Este indicador podría aumentar la vulnerabilidad al desarrollo de enfermedades no transmisibles como la diabetes y patologías cardiovasculares, además de generar consecuencias psicosociales.
En el caso de las mujeres embarazadas, el 23% fue diagnosticado con bajo peso y un 13% reportó consumo de alcohol durante la gestación. Aunque esta cifra es menor a la media nacional, sigue siendo significativa por los efectos nocivos que puede tener en el desarrollo del feto.
También se reporta que solo el 26% de los niños entre 6 y 59 meses recibió suplementos de vitamina A en los últimos seis meses. Un dato sensible revelado fue que el 59% de los recién nacidos recibió fórmula infantil en hospitales, aunque el 97% de las madres entrevistadas afirmó haber amamantado a sus hijos al menos una vez, con una duración promedio de lactancia materna de 12 meses.
En cuanto a los suplementos y micronutrientes, el 76% de los hogares conoce el Programa de Micronutrientes de BRA, y el 51% ha sido beneficiado directamente. Además, el 30% de los niños presentó parasitosis en los últimos seis meses, una condición en la que BRA actúa como el principal proveedor de antiparasitarios en las comunidades evaluadas.
A pesar del panorama alarmante, los programas de BRA han tenido un impacto tangible. El 98% de los hogares encuestados ha recibido apoyo del Programa de Seguridad Alimentaria de la organización. El estudio destaca el valor de las capacitaciones, charlas y acompañamiento permanente como herramientas para mejorar la calidad de vida familiar, aunque también subraya que el cambio de hábitos requiere tiempo.
Este diagnóstico se enmarca en el compromiso de BRA con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas, particularmente en los ejes de salud y bienestar (ODS 3), igualdad de género (ODS 5) y alianzas para el desarrollo (ODS 17). Los hallazgos buscan ser un insumo clave para la formulación de políticas públicas eficaces dirigidas a las poblaciones rurales más vulnerables del país.
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