Según un informe de Carl Benedikt Frey y Michael A. Osborne de la Universidad de Oxford, los transcriptores médicos, los registros médicos y los técnicos de información de salud y las secretarias médicas son los trabajos que más probablemente se informatizarán en el futuro, pero los médicos y cirujanos tienen un 0,42 Porcentaje de probabilidad de automatización de sus profesiones .
La inteligencia artificial transformará el significado de ser un médico: algunas tareas desaparecerán, mientras que otras se agregarán a la rutina de trabajo. Sin embargo, nunca habrá una situación en la que la realización de la automatización, ya sea un robot o un algoritmo, tome el lugar de un médico.
1) No se puede reemplazar la empatía
Incluso si la variedad de tecnologías ofrecerá soluciones brillantes, sería difícil para ellos imitar la empatía . ¿Por qué? Porque en el núcleo de la empatía, está el proceso de generar confianza: escuchar a la otra persona, prestar atención a sus necesidades, expresar el sentimiento de compasión y responder de una manera que la otra persona sepa que fue comprendida.
En la actualidad, no confiaría en un robot o un algoritmo inteligente con una decisión que altere la vida o incluso con la decisión de tomar o no analgésicos, en realidad. Tome el ejemplo del NHS y su experimento para aliviar la carga de sus líneas de salud con los chatbots. Los pacientes que participaron en el ensayo indicaron que jugarían al sistema para obtener una cita con el médico más rápidamente en lugar de seguir las recomendaciones de un chatbot. Eso podría cambiar en el futuro en caso de preguntas de salud más simples y pacientes que asuman más responsabilidades en su cuidado, pero nunca podremos imaginar la atención médica sin empatía humana. Necesitaremos médicos que nos tomen las manos mientras nos informan sobre un diagnóstico que les cambia la vida, su guía a través de la terapia y su apoyo general.
2) Las tecnologías digitales complejas requieren profesionales competentes
Las soluciones digitales de salud cada vez más sofisticadas requerirán la competencia de profesionales médicos calificados, sin importar si se trata de robótica o inteligencia artificial. Tome el ejemplo del robot quirúrgico más conocido, el Sistema Quirúrgico da Vinci, cuenta con un sistema de visión 3D de alta definición magnificado y pequeños instrumentos de muñeca que se doblan y giran mucho más que la mano humana. Sin embargo, los cirujanos tienen que aprender cómo operarlo, y se necesita práctica para dominarlo.
Del mismo modo, el programa único para oncólogos del IBM Watson brinda a los médicos opciones de tratamiento basadas en la evidencia. No obstante, sólo los médicos y sus pacientes pueden elegir el tratamiento, y solo los médicos pueden evaluar si el algoritmo inteligente generó sugerencias potencialmente útiles. Ningún robot o algoritmo podría interpretar claramente los desafíos complejos, de múltiples capas, que involucran a la psique. Proporcionarán los datos, pero la interpretación siempre seguirá siendo un territorio humano.
3) Nunca ha sido tecnología versus humano
La construcción consistente y constante de la imagen del enemigo debería detenerse de una vez por todas. Nunca ha sido la tecnología frente a los humanos, una especie de ellos frente a nosotros, ya que las innovaciones tecnológicas siempre sirven para ayudar a las personas. Estamos jugando en el mismo equipo. No importa si se trata de inteligencia artificial, robótica, realidad aumentada o virtual, debemos aceptar que tienen una influencia masiva en la forma en que opera la atención médica y luego comenzar a utilizar su poder. Imagine de lo que podría ser capaz la atención médica si la creatividad y las habilidades de resolución de problemas se combinarán con el poder informático infinito y el recurso cognitivo de la tecnología.
La colaboración entre humanos y tecnología es la respuesta definitiva. Un estudio para identificar el cáncer de mama metastásico a través del aprendizaje profundo muestra algo similar; cuando las predicciones del sistema de aprendizaje profundo se combinaron con los diagnósticos del patólogo humano, la clasificación de la imagen, así como la puntuación de localización del tumor, aumentaron significativamente. Por otra parte, la tasa de error humano disminuyó en un 85 por ciento. Los hallazgos muestran que la inteligencia artificial y los humanos son los más potentes cuando cooperan en conjunto.
Fuente: Medical Futurist
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