SANTO DOMINGO. – Necesitamos al doctor cuando estamos enfermos, pero él también es humano y tan propenso como nosotros a enfermarse. Sin embargo, los médicos, enfermeras y otros empleados de salud deben tomar precauciones mayores para evitar los virus, bacterias y gérmenes que transmiten enfermedad para no contagiar a sus pacientes. Por eso el equipo de Diario Salud comparte con sus lectores cómo lo hacen. Existen muchas maneras, pero todas se pueden agrupar alrededor de cuatro pilares: higiene, nutrición, ejercicio y descanso.
Higiene
Quizás la más importante de todas, pues es la primera y última línea de defensa para evitar que los patógenos infecten su cuerpo. Ellos mantienen la higiene:
• Lavándose las manos con agua y jabón por un mínimo de 20 segundos.
• Frotándose líquido desinfectante de manos cada vez que lo necesiten, sin abusar del mismo.
• Limpiando cualquier superficie que tocaron o vayan a tocar con un paño limpio, incluyendo manubrios de puertas, mesetas, teclados de computadora y celulares de pantalla táctil.
• Bañarse mínimo una vez al día, en especial después de practicar ejercicio.
• Usando mascarilla en lugares con grandes concentraciones de personas como aeropuertos, trenes, buses o estaciones de metro.
Nutrición
El cuerpo necesita alimentos variados para generar energía y regenerar sus tejidos. Una de las mejores formas que un doctor se mantiene saludable es con una dieta balanceada que consiste en:
• Consumir una gama colorida de frutas vegetales, pues sus vitaminas y minerales son las que refuerzan el sistema inmunológico del cuerpo.
• Consumir carne con moderación para evitar la grasa en exceso. Mejor aún evitarla a favor de pescado y pollo.
• Evitar aditivos, aderezos y condimentos cuanto más se pueda, eligiendo mejor sazonar las comidas con ingredientes no procesados.
• Evitar también el alcohol y el azúcar cuando sea posible, pues reducen las defensas del cuerpo y afectan de forma negativa a varios órganos corporales.
• Comer alimentos cocidos en casa para garantizar la frescura de los ingredientes.
• Limpiar los utensilios y superficies de cocina antes y después de preparar alimentos.
Ejercicio
El cuerpo humano está hecho para moverse. Una de las mejores formas que un doctor disipa la mente y cuida su salud es llevando un régimen de ejercicios de acuerdo a su disponibilidad de tiempo. Para ello los médicos:
• Caminan y toman transporte público lo más posible.
• Evitan los elevadores a favor de las escaleras.
• Salen al aire libre en lugares con mucha vegetación y poca contaminación aérea como parques.
• Eligen una actividad física que les guste (correr, montar bicicleta) y la llevan a cabo al menos media hora al día, tres veces por semana.
• Practican un deporte que les guste para divertirse y mantenerse motivados.
• Prefieren esquivar las actividades físicas de alto impacto que puedan provocarles fracturas o heridas.
• No se exceden al hacer ejercicios para no forzar sus huesos, pulmones y músculos.
Descanso
Necesitamos esto tanto como requerimos ejercicio. Un alto nivel de cansancio y agotamiento debilita tanto nuestras facultades mentales como nuestros niveles de inmunidad. Los doctores descansan así:
• Duermen ocho horas corridas por noche con la mayor frecuencia posible, aunque ello signifique acostarse más temprano de lo normal.
• Estiran sus músculos antes y después del ejercicio.
• Disipan sus mentes compartiendo con sus amigos y seres queridos.
• Aprovechan sus vacaciones para relajarse.
A todos estos métodos de evitar enfermarse, los doctores sensatos añaden otras medidas como vacunarse y realizarse exámenes frecuentes de salud con sus propios médicos.
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