El Alzheimer es una enfermedad incurable y terminal. Los primeros síntomas son dificultades de memoria, modificaciones del humor y el comportamiento. El paciente que lo contrae suele hacerlo a partir de los 65 años y el incremento de padecerla es del 50% en personas mayores de 85 años.
El gasto económico que supone esta enfermedad es de 818 billones de euros, siendo el gasto por paciente de entre 27.000 y 37.000 euros anuales.
Recientemente se ha celebrado en Chicago el Alzheimer’s Association International Conference (AAIC). Es la reunión más importante en lo que al alzhéimer respecta y ahondan en la prevención y el retraso en la prevención del alzhéimer. No solo es importante a nivel científico, sino también a nivel social, ya que por ejemplo, mientras la primera investigación sobre el cáncer data de 1920, la pionera sobre el alzhéimer fue en 1980.
Con 47 millones de personas en el mundo padeciendo esta enfermedad, en la AAIC se presentó un proyecto internacional: un novedoso programa de prevención primaria. “Los ensayos de prevención primaria van dirigidos a gente sana y con aproximaciones multimodales, incluyendo dieta, ejercicio físico y, en ocasiones, algún tratamiento adicional”. Con esta aproximación también se intenta prevenir la enfermedad, que supone la mayor causa de discapacidad entre los mayores, que llega, incluso, a provocar la pérdida del habla, incontinencia o depresión, explicó en el congreso el doctor José Luis Molinero.
También se presentó el programa internacional “Generation” que consiste en un ensayo clínico y va dirigido a personas que no presentan síntomas pero que tienen riesgo genético de desarrollar esta enfermedad. Este programa trabaja en el ámbito de la prevención secundaria, es decir, tratar de ‘frenar’ el desarrollo de la enfermedad en personas que ya tienen síntomas”, indicó Molinuevo.
Aunque hay avances en la lucha contra el alzhéimer, no hay tratamientos para esa fase en la que la enfermedad no se manifiesta ya que solo están aprobado aquellos dirigidos a la demencia leve, que consiste en la pérdida de memoria y la desorientación temporal espacial: “El programa Generation va dirigido a personas que no presentan síntomas, pero que tienen alto riesgo genético de padecerla”, apuntó el experto.
Para el doctor Molinero, los últimos avances tienen que ver con una faceta más social: “Sin duda uno de los mayores avances ha sido aceptar y entender que la enfermedad es de larga duración y que los cambios biológicos empiezan varios años antes”.
Aunque hay avances en la lucha contra el alzhéimer, no hay tratamientos para esa fase en la que la enfermedad no se manifiesta, ya que solo se están aprobando aquellos dirigidos a la demencia leve, que consiste en la pérdida de memoria y la desorientación temporal espacial.
Por: EFE Salud
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