Existe una malformación congénita que afecta de una a cinco personas de cada diez mil habitantes aproximadamente, este padecimiento es conocido como microtia y entra dentro del rango de enfermedades raras.
Las causas de ese padecimiento no son del todo conocidas, sin embargo, se le atribuye a factores genéticos heredados y a factores ambientales que afectaron el proceso del embarazo.
Se caracteriza porque el niño nace sin la totalidad de la oreja o con pequeñas aurículas y sin canal auditivo externo y medio, aunque sí tienen formado el oído interno. Esto se debe a que tanto el oído externo como el medio se desarrollan en el feto al mismo tiempo, mientras que el oído interno lo hace en otro momento del desarrollo embrionario.
La microtia provoca una pérdida del 60% de la audición y el 40% que se conserva es gracias al nervio auditivo del oído interno. Este nervio se puede potenciar y ganar otro 40% más de capacidad de oír mediante el uso de prótesis auditivas.
Algunos médicos, especialistas en el tema, opinan que los pacientes que padecen de esta condición, deben tratar la enfermedad con unos audífonos que funcionan a través de la colocación interna de unos imanes y un dispositivo externo.
En contraste, otras personas, entre ellas padres experimentados en el tópico y activistas en el tema de la microtia, creen que la mejor opción es someter a la persona a una operación para reestructurar su canal auditivo.
Esta última alternativa se realiza mediante dos intervenciones, la primera para colocar la maqueta de oreja bajo la piel y la segunda con el fin de dar proyección sobre la cabeza, para que sea simétrica y quede levantada.
Fuente: Efe Salud
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