Por el doctor Miguel Santos, auditor médico.
Para iniciar, es importante hablar primero de la calidad de la atención que debe brindar el profesional médico de República Dominicana, quien por falta de investigar el tema o de que los formadores de los recursos humanos en salud, por cualquier situación dejen de lado un elemento tan importante en la realización de su ejercicio profesional, que es la calidad del servicio al usuario, cliente o paciente, la cual debe ser basada en la Política Nacional de Calidad en Salud.
En la relación médico-paciente-familia, el médico debe velar por la satisfacción de las necesidades de ese usuario, con la finalidad de aplicar todos los conocimientos y tecnologías médicas necesarias para brindar el mejor servicio, incrementando los beneficios, reduciendo al mínimo las posibilidades de eventos adversos y de esta manera crear fidelidad de los clientes. Es por ello, que los médicos aunque la mayoría realizamos nuestra profesión electa por “vocación”, bien es cierto que al igual que los clientes, también tenemos necesidades y compromisos que cumplir con nosotros mismos y nuestras familias, puesto, que al momento de pagar los servicios básicos que al igual que el resto de la población tiene, para nada le vale a esas empresas proveedoras de servicios, que al instante de pagar la factura, el médico le diga que curó o sanó a alguien. Es por ello, que en cierta forma la misma sociedad empuja al médico o cualquier otro profesional a tener un estatus social, económico que le permita tener una imagen física que llame la atención del enfermo o de sus familiares y que por esa imagen crea en que él o ella (el médico), este pueda dar una respuesta oportuna y solucionar la situación por la cual demanda el servicio del facultativo, muchas veces sin tomar en cuenta que la imagen sólo es un efecto ilusorio, que no necesariamente represente la solución al problema por el cual acude. Por su parte la Organización Mundial de Salud (OMS) define: "la calidad de la asistencia sanitaria es asegurar que cada paciente reciba el conjunto de servicios diagnósticos y terapéuticos más adecuados para conseguir una atención sanitaria óptima, teniendo en cuenta todos los factores y los conocimientos del paciente y del servicio médico, y lograr el mejor resultado con el mínimo riegos de efectos iatrogénicos y la máxima satisfacción del paciente con el proceso".
La mejoría de la práctica clínica no es una tarea fácil, en la misma deben involucrarse todos los actores que intervienen en la formación de los recursos humanos, rectores, financiadores, estado y la sociedad en sentido general. Es importante, que podamos ir cambiando la cultura organizacional que en el sector salud tenemos actualmente e implementar una que mida el desempeño de sus profesionales con la finalidad de establecer estándares de calidad con el objetivo claro, de satisfacción de las necesidades y preferencias de los clientes y sus familias. Dicha mejora se puede lograr, estandarizando los procesos de atención, sin tomar en cuenta que un profesional vino de una escuela o de otra, puesto que la variabilidad de la atención puede dar cabida a una mayor cantidad de errores clínicos, debido a esto es necesaria la revisión habitual de los protocolos y las guías de atención que poseemos en nuestro país, adaptándolos al escenario que vivimos y los cambios que se dan en el mundo en los campos de la tecnología en salud y los medicamentos, cuyo costo incrementa el gasto en salud.
Es imprescindible que los médicos puedan mejorar además del conocimiento que poseen en su práctica clínica, mejorar el trato que brindan a los clientes y sus familias, dicha mejoría en ambos campos, será bien recibido por la población, es por ello, que la “clientela” de esos médicos que de esta manera actúen, tanto en lo público como en lo privado, siempre siempre, tendrán clientes, porque la ética y las buenas relaciones son elementos importantes para que cada uno pueda actuar ejerciendo su profesión con apego a lo correcto, puesto, que debemos hacerle a los demás lo que nos gusta que nos hagan a nosotros.
Localizar y disminuir los errores en la atención es importante, para que podamos aprender de esas fallas e incrementar la calidad a brindar, trabajar en equipo, es una cualidad que debe tener todo médico, pues debe entender que él sólo no puede abarcar todo el campo de la atención. Hacer partícipe tanto al equipo de salud, como a los clientes y familiares en la toma de la mejor decisión diagnóstica y terapéutica con la mejor evidencia científica posible.
La salud debe ser visto como un factor económico que genera riqueza en las naciones, es de suma importancia que la clase médica se aboque a mejorar su práctica, no solo pensando en el factor económico que este le pueda generar, sino además en que debe sentirse parte de un engranaje nacional que lo necesita y que, a través de él, el sistema sanitario puede avanzar. Es cierto que posiblemente los gobiernos de nuestra nación, no hayan dado el valor en su justa medida, sin embargo, hemos avanzado y seguiremos avanzando voluntaria o involuntariamente. El cambio no se detendrá.
Además de estos elementos vistos anteriormente, le conviene al médico dominicano que mejore su práctica clínica, visto que existe un fantasma que se está convirtiendo con el paso del tiempo en tangible y es el hecho de que existe una fracción de la población que está más informada y tiene acceso a la posibilidad de entablar un proceso judicial en contra del médico y/o del centro médico donde realizó la atención. Un elemento adyuvante en el proceso de mejorar la práctica clínica es que los especialistas además de actualizarse en la clínica, puedan también realizar entrenamientos o adquirir conocimientos de auditoría de los servicios de salud y/o de gestión sanitaria.
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