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El asma no está entre los principales factores de riesgo de COVID-19

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Para las personas con asma, la pandemia del coronavirus no ha sido una buena noticia. Se ha asumido que los asmáticos tienen más probabilidades de tener una enfermedad grave si contraen el coronavirus.

Sin embargo, según una comunicación que se publica en «The Lancet Respiratory», en la que han participado investigadores españoles, es «sorprendente que tanto el asma, como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), están subrepresentadas en las comorbilidades reportadas para pacientes con COVID-19». Por el contrario, la prevalencia de diabetes en pacientes con COVID-19 o SARS es tan alta o más alta que la prevalencia nacional estimada, como podría esperarse.

Por ejemplo, en el estado de Nueva York, el epicentro del brote en EE.UU. los datos sobre los 10 principales problemas de salud crónicos sufridos por personas que murieron por coronavirus muestran que el asma estaba ausente de la lista. Las autoridades de este estado dijeron que alrededor del 5% de las muertes de Covid-19 en Nueva York se produjo en personas que también se sabía que tenían asma, una cantidad relativamente modesta.

Aunque debido a que estos pacientes son más susceptibles a las infecciones víricas que, a su vez, son causa frecuente de descompensación, se les consideraba un grupo potencialmente más vulnerable para la infección por SARS-CoV-2. Sin embargo, como aseguran Marina Blanco, del Hospital Universitario A Coruña, y José Tomás Gómez Sáenz, coordinador del Grupo de Trabajo de SEMERGEN, «a día de hoy, no hay ningún dato que haya confirmado esta sospecha».

Según la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN), tanto el asma como la EPOC son comorbilidades infrecuentes en los pacientes hospitalizados por COVID-19 (en la serie más amplia publicada hasta el momento, de 1.590 casos analizados ninguno tenía asma y solo 24 -un 1.5%- documentaban EPOC). Sin embargo, como comenta Gómez Sáenz, «en series españolas la prevalencia de enfermedades respiratorias en pacientes ingresados por COVID-19 alcanza el 12%, duplicando la de los pacientes no ingresados ».

Ahora bien, mientras que tener asma no parece modificar el pronóstico en pacientes con COVID-19, la EPOC sí. «Se ha observado que la existencia previa de enfermedad pulmonar obstructiva crónica se asocia con unos peores resultados: generalmente desarrollan enfermedad más grave, tienen peor pronóstico y su índice de mortalidad es mayor», asegura Marina Blanco, de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR).

También es importante saber, indica Leovigildo Ginel, de SEMERGEN, que «los pacientes con enfermedades respiratorias crónicas no tienen un mayor riesgo de infectarse por el virus SARS-CoV-2».

Como en toda patología crónica, la adherencia al tratamiento y, en la medida de lo posible, seguir una adecuada actividad física constituyen, junto con los planes de acción, los pilares esenciales a la hora de controlar los síntomas. «Los pacientes deben de continuar, de manera pautada, con sus tratamientos habituales», añade Gómez Sáenz.

Fuente: ABC Enfermedades

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