El cáncer de estómago ya no es solo una enfermedad de personas mayores. Un estudio apunta que las personas menores de 40 años con síntomas digestivos crónicos deben ser investigadas más activamente, sobre todo si son de origen étnico latinoamericano. El trabajo, realizado en México, muestra que uno de cada siete pacientes diagnosticados con cáncer de estómago entre 2004 y 2016 tenía menos de 40 años.
Los hallazgos han sido presentados en el Congreso Mundial de Cáncer Gastrointestinal ESMO que se celebra estos días en Barcelona y respaldan los datos del Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos, que muestran que el cáncer gástrico está afectando a más hispanos jóvenes, con peor pronóstico que los pacientes mayores.
«En nuestro centro, hemos visto un aumento del 120 por ciento del cáncer gástrico en pacientes jóvenes en los últimos 12 años, y este incremento se ha producido principalmente en mujeres, que presentan la enfermedad en fase más avanzada y tienen peores indicadores de pronóstico que los hombres, con un impacto adverso sobre la supervivencia «, afirma Germán Calderillo-Ruiz, autor del estudio e investigador del Instituto Nacional del Cáncer en Tlalpan, México.
En el estudio mexicano, más de la mitad de los pacientes menores de 40 años con cáncer gástrico fueron mujeres, en contraste con investigaciones previas que señalaban que el cáncer gástrico era más común en los hombres. Las mujeres en México tenían más probabilidades de sufrir tumores de tipo difuso y poco diferenciado y un estadio más tardío de la enfermedad en el momento del diagnóstico, con una supervivencia general significativamente menor.
«La falta de recursos financieros puede afectar el comportamiento de las mujeres al retrasar la búsqueda de atención médica cuando aparecen síntomas gástricos. Esperamos que esta investigación aliente a médicos y pacientes a estar más atentos al riesgo de cáncer gástrico en personas más jóvenes y, en particular, que aliente a las mujeres con síntomas gástricos a buscar ayuda médica antes «, agrega Calderillo-Ruiz.
En cuanto a las implicaciones de la investigación, Rodrigo Dienstmann, del Instituto de Oncología Vall d’Hebron de Barcelona, España, destacó la combinación de factores genéticos y ambientales que contribuyen al cáncer gástrico y el hecho de que los jóvenes tengan tumores más agresivos y que responden menos a los tratamientos.
«No podemos cambiar los factores genéticos, pero podemos actuar sobre la dieta poco saludable, la obesidad y la infección por ‘Helicobacter pylori’ no tratada, que aumenta el riesgo de cáncer gástrico. La infección por Helicobacter puede causar inflamación crónica y lesiones que son precursoras del cáncer gástrico pero, una vez diagnosticada, se puede curar con una combinación de antibióticos y medicamentos», subraya Dienstmann.
«Las personas más jóvenes que regularmente experimentan indigestión, acidez estomacal u otros síntomas gástricos no deben ignorarlos, sino que deben acudir a su médico ya que probablemente necesiten pruebas de diagnóstico. Además, los médicos no deben ignorar la posibilidad de cáncer gástrico en la población joven, especialmente en América Latina o entre los hispanos en América del Norte», concluyó Dienstmann.
Las últimas investigaciones en México se están centrando en estudios epidemiológicos y moleculares en América Latina y Europa para detectar los diferentes subtipos moleculares del cáncer gástrico en las distintas regiones y mejorar la comprensión de los factores de riesgo en estas poblaciones.
Fuente: DICYT.
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