Los niños sometidos a quimioterapia para tratar la leucemia mieloide aguda (LMA) ya tienen un fármaco cardioprotector que les proteja de los efectos cardiotóxicos que tienen algunos de los fármacos que se usan para tratar su cáncer: las antraciclinas.
Un estudio realizado en el Hospital Infantil de Filadelfia (EE.UU.) muestran que fármaco cardioprotector dexrazoxano conservó la función cardíaca sin comprometer la supervivencia general del paciente y, potencialmente, mejorarla. Los resultados publicados hoy en el «Journal of Clinical Oncology» sugieren que el dexrazoxano debe considerarse para la cardioprotección en todos los pacientes pediátricos que reciben quimioterapia estándar para la LMA.
Las antraciclinas, una clase de medicamentos utilizados en la quimioterapia en este tipo de cánceres, mejoran la supervivencia en pacientes pediátricos pero tienen efectos secundarios cardíacos. Los medicamentos generan radicales libres mediados por hierro e inhiben la replicación del ADN, los cuales desencadenan la muerte celular y la disfunción sistólica del ventrículo izquierdo y pueden provocar insuficiencia cardíaca.
El dexrazoxano es un fármaco cardioprotector que interfiere con la formación de radicales libres mediada por hierro y la muerte celular causada por las antraciclinas. Sin embargo, a pesar de la evidencia consistente de los beneficios cardioprotectores del dexrazoxano, se usa en menos del 5% de los pacientes pediátricos con LMA en Estados Unidos.
Para evaluar la efectividad del fármaco en el tratamiento pediátrico de LMA, los investigadores recolectaron información sobre la administración de dexrazoxano en el ensayo clínico más reciente en este tipo de cáncer del Children's Oncology Group. El uso o no de dexrazoxano dependía del médico.
De los 1.092 pacientes pediátricos con LMA en el ensayo, 918 nunca estuvieron expuestos al dexrazoxano (84%), 96 (9%) recibieron dexrazoxano en cada administración de antraciclina y 78 (7%) recibieron dexrazoxano en algunos, pero no en todos sus tratamientos.
Dado el alcance de su estudio, los investigadores se centraron sólo en aquellos pacientes que recibieron dexrazoxano de manera consistente o que no recibieron nada.
Los pacientes que recibieron dexrazoxano tuvieron un riesgo significativamente menor de disfunción sistólica del ventrículo izquierdo que los pacientes que no lo hicieron (26.5% vs. 42.2%). Los pacientes en ambos grupos tuvieron tasas similares de supervivencia libre de eventos a 5 años y tasas de supervivencia general, y los resultados sugieren una menor mortalidad relacionada con el tratamiento entre los pacientes que recibieron dexrazoxano (5,7% frente a 12,7%).
Fuente: ABC Enfermedades
No te pierdas una noticia, suscribete gratis para recibir DiarioSalud en tu correo, siguenos en Facebook, Instagram, Twitter, Linkedln, telegram y Youtube