Artículo del arquitecto Herly Valenzuela. Master en arquitectura hospitalaria. Organización y gestión. Cofundador de Ureña-Valenzuela & Asoc.
“¿Puede haber mayor contradicción que una enfermedad adquirida en el Hospital? ¡Una enfermedad que sólo puede ser contraída en el lugar donde se espera acabar con la que se tiene! Y sin embargo, esta es la consecuencia de los grandes hospitales, que no pueden hacerse saludables ni con nuestros mayores esfuerzos” (Johan Peter Frank), considerado padre de la higiene moderna.
Los quirófanos han sido tradicionalmente la representación del hospital moderno y paralelamente, el mayor reflejo de su tecnología, siendo una pieza importante en la estructuración actual de los hospitales, tanto por el peso de la cirugía en la atención asistencial como por la complejidad de su diseño y su organización, derivada de las características extraordinarias del propio acto quirúrgico procurando siempre combatir su principal problema, que hoy es también uno de los principales problemas en los hospitales: la infección intrahospitalaria.
Es por este motivo que los quirófanos se organizan cada vez más en áreas quirúrgicas más complejas donde se intenta a través de unos diseños específicos tomando en cuenta la organización estructural de los procesos y la implementación de protocolos de actuación, crear condiciones para contrarrestar el problema, que según estudios demuestran la capacidad de adaptación de los microorganismos a los antibióticos actuales, poniendo en riesgo la supervivencia de la idea actual del hospital.
La búsqueda de soluciones cada vez más complejas, al problema de las infecciones presente en las cirugías generó un paradigma que ha permanecido en el tiempo, que es la necesidad de hacer el espacio meramente quirúrgico, lo más aséptico posible, idea que se tradujo en organizar el espacio de los quirófanos en función de separar los espacios limpios de los sucios, lo que actualmente se le llama circulaciones limpias y sucias.
Durante este artículo vamos a ver las tres corrientes predominantes en la organización espacial del área quirúrgica, propuestas que han ido evolucionando al tiempo por medios a planteamientos a posibles solución de disminuir las estadísticas de infecciones intrahospitalarias.
A. Sistema Alemán:
En esta implantación originaria en el país procedencia, se da absoluta prioridad a que la circulación más interna o reservada sea la más limpia del área.
Pasillo núm. 1– Se produzcan los accesos a quirófanos del material estéril y limpio y la preparación última de personal antes de la intervención.
Pasillo núm. 2– Es una circulación interna al área quirúrgica, pues se accede siempre mediante esclusa tanto para el pacientes como para personal y no tiene un carácter de circulación ¨sucia¨, que en este caso se consideran las exteriores al área quirúrgica, sino intermedia donde por ella los pacientes acceden y salen del quirófano.
Pasillo núm. 3- Salida del personal estos necesitan atravesar la exclusa para llegar al pasillo limpio.
Los espacios destinados con el número 4,5 y 6 son las esclusas de material, personal y pacientes respectivamente, mientras que los espacios 7 son zonas de apoyo de recogida y evacuación de material y de residuos.
Siendo el pasillo número 1 el más estéril y limpio de todos.
B-Sistema Americano:
Pasillo núm. 1- Esta implantación con criterios muy distintos, se caracteriza por organizar el área quirúrgica sobre un pasillo central con característica de limpio por el que se acceden a quirófanos prácticamente todo lo que entra a ellos, desde los pacientes hasta el personal de todo tipo excepto limpieza y mantenimiento, así como todo el material empleado en la cirugía.
Pasillo núm. 2- Dentro de sus características generales esta que después de la cirugía se sale por los pasillos perimetrales por el que los pacientes pasan a la zona de recuperación postoperatoria, pero por donde también salen el personal como el material sucia y los residuos producidos.
Dentro de sus características principales tenemos que los espacios de preparación de pacientes. Preanestesia (5), Vestuario de personal (4) y almacenes limpios (3) y que todas las salidas se producen por el pasillo sucio núm.2, además este sirve para fines de limpieza y mantenimiento.
C-Sistema Español:
Denominado el sistema unidireccional, por su característica de una dirección sin vuelta atrás, este sistema comparte con los demás que está configurado con dos pasillos de circulación uno limpio (color azul) y un una circulación sucia (naranja), pero su funcionamiento viene dirigido por un flujo que recrea todo el proceso asistencial de la unidad en una dirección de entrada y salida.
A diferencia de las demás configuraciones este accede todo los materiales limpios así como los pacientes a operar y los profesionales que lo hacen a través de esclusas-vestuarios ubicados anterior al quirófano, creando un transfer de entrada a este. Y por el contrario todas las salidas se producen por la cara opuesta por el pasillo amarillo de carácter sucio, desde donde se accede a las áreas de reanimación y cuidados intensivos.
Esta organización genera que los espacios de instalaciones específicas que se encuentran en el pasillo azul no tienen acceso desde este sino que lo tienen desde el exterior.
Creo que a nadie le queda duda que estamos afrontando un futuro con gran capacidad de cambios en los centros sanitarios y la forma de afrontar sus procesos, donde exigirá profesionales de la arquitectura con una gran capacidad de reflexión e imaginación para estar a la altura de lo que va a suponer el desarrollo de nuevos procesos curativos que nos obligan a pensar el hospital con la capacidad de adaptación y una alta flexibilización constructiva y de instalaciones.
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