Un estudio realizado en Brasil demostró por primera vez in vivo que el virus del Zika puede utilizarse como herramienta en el tratamiento contra tumores agresivos del sistema nervioso central humano.
Después de inyectar pequeñas cantidades del patógeno en el encéfalo de ratones en un estadio avanzado de la enfermedad, los científicos a cargo de esta investigación observaron una disminución significativa de la masa tumoral y una extensión de la duración de la vida de los animales. En algunos casos se registró la eliminación completa de los tumores e incluso de metástasis en la médula espinal.
“Estamos sumamente entusiasmados con la posibilidad de poner a prueba este tratamiento en pacientes humanos. Y ya estamos conversando con oncólogos. También hemos solicitado una patente referente al protocolo terapéutico aplicado en roedores”, comentó el señor Mayana Zatz, docente del Instituto de Biociencias de la Universidad de São Paulo (IB-USP) y coordinadora del Centro de Investigaciones del Genoma Humano y Células Madre (CEGH-CEL), uno de los CEPIDs que cuentan con el apoyo de la Fundación de Apoyo a la Investigación Científica del Estado de São Paulo – FAPESP.
El señor Zatz coordinó la investigación junto a Oswaldo Keith Okamoto, también docente del IB-USP y miembro del CEGH-CEL. Colaboraron con ellos científicos del Instituto Butantan, del Laboratorio Nacional de Biociencias (LNBio) y de la Universidad Federal de São Paulo (Unifesp), todas instituciones brasileñas.
“Estos resultados sugieren que el virus del Zika posee una afinidad aún mayor con las células tumorales del sistema nervioso central que con las células madre neurales sanas [los principales blancos del virus en el cerebro de fetos expuestos a la enfermedad durante su gestación]. Y al infectar a las células tumorales, las destruye rápidamente”, manifestó el señor Okamoto.
En su laboratorio del IB-USP, el científico ha venido dedicándose durante los últimos años a estudiar un grupo de genes que cuando se expresan en tumores malignos dotan a las células tumorales de propiedades similares a las de las células madre, y así las vuelven más agresivas y más resistentes al tratamiento.
Según el señor Okamoto, estas células tumorales con características de células madre han sido observadas en diversos tipos de tumores sólidos, incluso en aquéllos que afectan al sistema nervioso central. Al respecto, algunos datos presentes en la literatura científica sugieren que las mismas ayudan al cáncer a propagarse por el organismo y a restaurar el crecimiento tumoral después de la cuasi eliminación de la enfermedad mediante tratamientos de quimioterapia y radioterapia.
“Nuestros estudios y los de otros grupos demostraron que el virus del Zika provoca microcefalia porque infecta y destruye a las células madre neurales del feto, impidiendo así que se formen nuevas neuronas. Por eso surgió la idea de investigar si el virus también atacaría a las células madre tumorales del sistema nervioso central”, comentó Okamoto.
Los resultados de la demostración de este estudio fueron publicados el pasado mes de abril en la revista Cancer Research.
Fuente: Dicyt.
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