Existe una condición de salud que en ocasiones es confundida con la depresión porque presenta síntomas similares, este trastorno es la hipersomnia, que es una alteración que provoca, entre otras señales, la disminución en el ánimo.
Cuando una persona es hipersomne suele tener un sueño excesivamente prolongado y profundo, además de experimentar somnolencia en el transcurrir de su día a día, con dificultad para efectuar las actividades laborales que requieren de esfuerzo físico y mental.
Tanto la hipersomnia como la depresión hallan un nexo común “en la disminución la capacidad de las personas para realizar sus actividades”, indicó el director del Instituto Mexicano de Medicina Integral del Sueño (IMMIS), doctor Reyes Haro. Al tiempo que resaltó que como a nadie le hace feliz estar somnoliento en distintos momentos del día, entonces resulta fácil confundir la hipersomnia con la depresión.
Señales de la presencia de hipersomnia
El doctor Reyes Haro señala que tener sueño en cualquier momento del día, roncar, amanecer con boca seca, presentar problemas de atención y memoria , además de empezar a dejar de soñar, son indicadores de que el ronquido ya provocó una alteración respiratoria llamada apnea del sueño y esta es la principal causa de hipersomnia.
Para distinguir entre la hipersomnia y la depresión se debe recurrir a un diagnóstico diferencial, que determine que alguien está deprimido si no presenta la apnea del sueño y los demás síntomas. Sin embargo, el especialista aclaró que la depresión acompaña a los trastornos del sueño, principalmente a la hipersomnia.
Agregó que ese exceso de sueño es consecuencia del desajuste del reloj biológico, que lo ocasiona dormir tarde, algo que altera la necesidad de horas de descanso que cada ser humano tiene programada genéticamente. También definió la
higiene del sueño como una serie de medidas ó de modificaciones en el comportamiento que mejoran la calidad del sueño.
Sugerencias para evitar la hipersomnia
Estos consejos sirven para acompañar el tratamiento de cualquier alteración del sueño, además pueden utilizarse para prevenir cualquier afectación del mismo. Dos de las más importantes son, la actividad física (que activa la fisiología en el día para ofrecer un mejor descanso en la noche), y vigilar el consumo de sustancias estimulantes como el café, además de evitarlas durante la noche, ya que pueden retrasar el inicio del sueño.
Por otro lado, la hidratación y la alimentación son esenciales, por ende, es necesario reducir la ingesta de líquidos tres horas antes de acostarse y solo hidratarse adecuadamente durante el día. De igual forma hay que evitar los alimentos con grasas e irritantes, si se consumen se debe tomar en cuenta la cantidad.
Finalmente, se debe poner atención al lugar donde se duerme, pues es el lugar es el donde el cuerpo pasa más tiempo, por tal razón, ese espacio debe ser un lugar agradable, aislado de luz, música y de cualquier ruido, una vez entrada la noche.
Fuente: Efe Salud
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