Por la doctora Raysa E. Portorreal Romero
Especialista en Gerencia, Servicios para Adultos Mayores y Economía de Salud
Analizando los últimos acontecimientos y de cara a las manifestaciones sentidas desde los diferentes sectores, en base al anuncio de la Superintendencia de Salud y Riesgos Laborales sobre la elaboración de la propuesta para fines de poner en marcha los servicios de atención primaria, es de vital importancia que sea posible motivar a los actores del sistema a la discusión positiva y consensuada que permita el avance del modelo de salud que sea más favorable para la población.
Si revisamos la tendencia actual, donde los servicios de salud se dan en un ambiente, con un espacio y un tiempo determinado, bajo el esquema de un mercado de la salud desleal, modelado en el gráfico siguiente:
En el cual se observa que cada día más el sector salud está inmerso en un mercado, donde convergen tres elementos fundamentales; por un lado el prestador del servicio de salud, el cual hoy en día continúa tomando decisiones basadas en valores éticos y morales, siempre pensando en lo más beneficioso para la calidad de vida y de la salud del usuario, muchas veces olvidándose de que el usuario del servicio, toma las decisiones en base a sus expectativas, creencias y necesidades, lo cual si revisáramos profundamente nos daríamos cuenta, de que el usuario de hoy llega con una lista de peticiones a ser solicitadas, sobre la base de la demanda inducida, muchas veces por la saturación de informaciones sin filtro, que les llegan a los mismos vía las redes sociales e incluso, la transmisión de información errada de forma directa entre los usuarios, el famoso “boca a boca”.
Este escenario, sin entrar en detalles que quedan plasmados fuera del mismo, por la gran asimetría de información que se maneja, desde el punto de vista del binomio de la oferta versus la demanda, debe poner a todos los ciudadanos del país a repensar seriamente si la entrada en vigencia de la atención primaria realmente es un susto para todos/as? O si más que un mito, la misma ya es hora de que debamos apoyarla y considerarla como una realidad.
Si queremos mejorar desde lo interno de nuestro sistema las conductas impropias que se manejan, además de la calidad de las herramientas que se ponen a disposición de los usuarios para la toma de decisiones verdaderamente asertivas, debemos apoyar el asumir responsabilidades desde cada uno de los sectores, en este sentido el verdadero impacto de la atención primaria traerá como resultado los elementos siguientes que vale el interés puedan ser considerados:
Un mejor manejo integrado del usuario de los servicios de salud o del paciente, como se desee emplear el término. Esto considerando, que los profesionales de la salud tendrán la obligatoriedad de discutir los casos en beneficio de la calidad de los servicios que se ofrecen, a los fines de que el médico de la atención primaria (un médico general, un médico familiar, acompañado de su médico pasante de ley, además de su equipo de enfermería y personal auxiliar), puedan dar seguimiento al pie de la letra sobre las recomendaciones otorgadas por los médicos facultativos de otras áreas del saber.
Una mayor corresponsabilidad para el usuario, quien estará siendo mejor acompañado durante el proceso de su salud-enfermedad, esto mediante la implementación de este equipo multidisciplinario que estará mas pendiente de las variables externas y sus determinantes sociales que puedan alterar su respuesta ante el esquema terapéutico.
La implementación de controles más rigurosos, desde el punto de vista del manejo de los estudios realizados y los análisis de laboratorio que se les indican a los usuarios, los cuales, en la mayoría de los casos, se duplican por falta de comunicación entre los niveles de atención, representando un gasto adicional en el sistema de salud y de igual forma aumentando el gasto de bolsillo del usuario.
Un mejor control de la implementación de las especialidades y subespecialidades médicas, las cuales en algunos casos no responden a necesidades reales de la población, sino más bien a demandas sujetas a tendencias de “moda” sobre la estética y el estilo de vida de fantasía que desea llevar el usuario.
El seguimiento en el domicilio del usuario, esta medida sería de gran apoyo a las familias dominicanas que tienen usuarios de los servicios en condiciones de convalecencia, lo que representa mayor riesgo y gasto por el traslado de los mismos a los centros de salud. ¿Si antiguamente los médicos se trasladaban a las casas a ver a sus pacientes, como es que hoy en día no puede asustar a los profesionales especializados retomar una medida y buena práctica que ha demostrado con el paso del tiempo ser efectiva en el análisis de evidenciar situaciones desde el entorno familiar que pueden poner en riesgo la vía de nuestros pacientes?
La inclusión definitiva de los médicos de salud familiar, como parte importante dentro del sistema de salud de la República Dominicana, no solo desde los centros considerados para los servicios del primer nivel, sino desde todos los niveles de atención, para el seguimiento como su nombre lo indica de los esquemas terapéuticos y su abordaje valorando determinantes sociales de impacto en las familias dominicanas.
La disminución del gasto de bolsillo para el usuario de los servicios, este resultado si se implementa la atención primaria de la forma correcta y adecuada, puede representar el respiro para aquellas familias que, a pesar de estar en el régimen contributivo del Sistema Dominicano de Seguridad Social, solo ganan el salario mínimo, del cual dependen no solo los gastos en los servicios básicos, sino también los gastos propios de los servicios de salud. La atención primaria permite resolver mas del 90 % de los eventos de salud de la población.
Describiendo estos resultados, podemos reflexionar si es realmente miedo, un susto que tenemos a lo desconocido, que ha sido implementado en muchos países, con resultados tangibles de mejoras y cambios favorables para la población, o realmente lo que tenemos es un grupo de actores hablando de mito, cuando la realidad ya la tenemos de frente: el país necesita un cambio por la mejora de las condiciones en la que se otorgan los servicios de salud, para ver en un futuro inmediato resultados reales y favorables en la población.
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