Por el doctor Jesús A. Boadas Morales, Toxicólogo Clínico
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Las intoxicaciones son procesos patológicos causados por la presencia de sustancias químicas y agentes físicos capaces de afectar a los organismos vivos y la Toxicología es la rama de las ciencias médicas que estudia y trata esas alteraciones. Consideradas en algunos países como problema de salud pública, las intoxicaciones representan un importante motivo de consulta en los servicios de emergencia a nivel mundial, causando un número importante de muertes y generando altos costos económicos y sociales derivados de la atención de estos pacientes. Se calcula que cada año mueren alrededor de un millón de personas a consecuencia de diversas intoxicaciones por productos químicos, productos de uso doméstico, reactivos usados en las industrias, plaguicidas usados en actividades agrícolas y condiciones asociadas al consumo de drogas, siendo la población más vulnerable los niños, personas de la tercera edad y trabajadores industriales.
En Suramérica y el Caribe los estudios epidemiológicos disponibles han reflejado la importancia de los eventos tóxicos atendidos en las emergencias de los centros asistenciales y también mediante centros de notificación y asesoría toxicológica a distancia, destacando las intoxicaciones con intención suicida en un considerable número de casos. Las emergencias por consumo de drogas, exposición a plaguicidas, ingesta de plantas tóxicas (generalmente de con fines “terapéuticos”) constituyen un importante motivo de consulta en nuestro continente.
Por estas razones, desde hace mucho tiempo la tendencia a nivel mundial ha sido contar con centros especializados de atención de intoxicaciones y de asesoría para manejar estos casos incluso de manera virtual, dada la premura con la que deben ser abordados y las largas distancias que en ocasiones deben recorrer estos pacientes hasta llegar a uno de estos centros especializados. Adicionalmente, se promueve que los centros de salud cuenten con protocolos de trabajo bien definidos para el abordaje de emergencias toxicológicas, la dotación de recursos adecuados para la atención de los casos y la participación multidisciplinaria de personal médico y auxiliar debidamente entrenado en el diagnóstico y tratamiento de las intoxicaciones.
La República Dominicana ha experimentado un desarrollo en el campo agropecuario que ha incrementado la necesidad del uso de productos para proteger las cosechas que son potencialmente peligrosos para quienes los aplican; las actividades mineras, en las que se utilizan una diversidad de productos en la extracción y refinamiento de materia prima; la problemática del abuso de drogas, aunado a la importante actividad del sector turismo que requiere cada vez mayores estándares de seguridad en todo sentido para las personas que nos visitan son elementos que impulsan a la necesidad de contar con centros especializados como el que mencionamos anteriormente.
En varias ocasiones hemos destacado la importancia de establecer unidades especializadas en la atención de intoxicaciones y/o centros de asesoría toxicológica donde médicos de todo el país puedan consultar y ser orientados por personal debidamente entrenado y capacitado en el manejo del paciente intoxicado, sobre todo por las facilidades que ofrece desde el punto de vista geográfico las dimensiones de este país.
Tristemente se podría afirmar que la República Dominicana aún está muy atrás en el camino de la toxicología y de la conformación de una red de centros especializados en la atención de pacientes intoxicados. Desde aquí exhortamos a autoridades sanitarias y académicas públicas y privadas para coordinar acciones en pro de poner en marcha un proyecto como el que ya funciona en otros países de la región, al tiempo que ponemos a disposición nuestra experiencia en el ámbito asistencial, docente y gerencial para lograr el objetivo.
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