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Burbujas lipídicas: la innovación que busca reducir los efectos secundarios de los fármacos

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Los medicamentos recetados, ya sean de potencia baja, intermedia o alta, suelen causar efectos secundarios, que pueden ir desde dolores de cabeza, irritación de estómago, hasta provocar alergias en algunos consumidores de determinado fármaco. Ante tal problemática, el Centro de Investigación y Estudios Avanzados (Cinvestav) del Instituto Politécnico Nacional (IPN), en su unidad Monterrey, elabora un concepto denominado «burbujas lipídicas», el cual pretende que los compuestos de los fármacos puedan actuar de forma directa en las zonas afectadas.

El proyecto que trabaja actualmente consiste en que cuando se va a formar la esfera de grasa o de lípidos, se ‘burbujea’ con un gas, el cual forma un centro gaseoso en la burbuja. Cuando la burbuja está siendo formada, junto con el gas se le incluye una sustancia que pueda tener un efecto biológico.

“Nosotros en el laboratorio estamos enfocándonos en dos tipos de sustancias: sustancias como los genes o proteínas, que puedan estar en esa esfera; o sustancias como los mensajeros que normalmente utiliza un neurotransmisor, como las catecolaminas o los productos del sistema adrenérgico” manifestó el doctor Bruno Escalante Acosta, director del Cinvestav, unidad Monterrey.

Sobre el funcionamiento de las burbujas lipídicas

El doctor Bruno Escalante, director del proyecto, señaló que el proceso de acción de las burbujas lipídicas no es sencillo, ya que se debe seguir una meticulosa articulación, para así evitar que se reviente antes de tiempo o al contacto de un tejido no correspondiente a su zona de actuar.

“Cuando incorporamos cualquiera de estas moléculas en la esfera, la esfera protege la molécula de cualquier efecto porque se encuentra como parte de esta burbuja. Entonces si la ponemos en contacto con un tejido, la burbuja va a impedir que el tejido reconozca la molécula, y no pasará nada”.

El doctor Bruno Escalante añadió: “Si ponemos la burbuja en contacto con el tejido y, en el momento que nosotros queremos, la rompemos con una señal de ultrasonido, similar al que se utiliza para realizar una medición biológica, de esta forma, la burbuja se agita, empieza a vibrar y se rompe. Al romperse, la molécula contenida sale con mucha fuerza y va a interactuar en el tejido al que se encuentra cercana”.

A pesar de que las burbujas están en todo el organismo, el ultrasonido es aplicado en un solo tejido, por lo que las esferas que lograron llegar, se romperán en dicho lugar. Mientras que las que están en el resto del organismo seguirán intactas y terminarán siendo eliminadas por los sistemas normales de excreción.

Fuente: Dicyt.

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