Dr. Alexander Luciano
Nutriólogo Clínico
dr.alexanderluciano@hotmail.com
La nutrición o medicina funcional tiene una filosofía preventiva y no paliativa, mediante un análisis del estilo de vida y su relación con el medio ambiente puede predecir el riesgo de generar enfermedades y de identificar la diferencia entre la edad biológica y cronológica, dando respuesta a la pregunta ¿por qué hay jóvenes enfermos y ancianos saludables y vitales?
La epidemia de enfermedades crónico – degenerativas, llamadas también ¨asesinos silenciosos¨, como la hipertensión, diabetes, síndrome metabólico, obesidad, cáncer, artritis, arteriosclerosis, entre otras; que no nos permiten vivir mejor, aunque vivamos más. Con el tiempo envejecemos perdiendo calidad de vida y si no prevenimos le restamos importancia a la capacidad de estar en condiciones óptimas para disfrutar los últimos años de nuestra vida.
Actualmente nuestro estilo de vida ha cambiado radicalmente de la era industrial a la de la información, de igual forma han cambiado nuestros hábitos de alimentación en un planeta más contaminado y mucho más tóxico en comparación con la época de nuestros abuelos. De igual manera la problemática de salud es muy distinta a décadas anteriores que afecta directamente a nuestra expectativa de vida, ya que se sigue utilizando el modelo de atención médica diseñado a principios del siglo XX.
La nutrición funcional es un mapa con una ruta crítica para evaluar los padecimientos y crear salud. Involucra el antienvejecimiento retardando o aminorando el deterioro propio de la edad, también puede regenerar revirtiendo el daño orgánico producido por la enfermedad y por la edad. Además de incluir suplementos nutricionales y productos que fuente natural fuente natural, entre otras opciones, para recuperar el equilibrio orgánico, también se apoya de los avances clínicos y tecnológicos, así como también escuchar al paciente y compenetrarse de manera genuina. Esto representa el método más efectivo y humano de tratar los padecimientos crónicos y complicados.
Hay que volver a nuestras raíces de la creación y recuperar la hermandad con la madre naturaleza para poder tener salud que implica lograr un estado de bienestar físico, mental y social, es decir que no es solamente lograr la ausencia de un dolor o de una enfermedad.
En conclusión, es preciso reconocer que la salud en principio es un derecho de todo ser humano y que es un estado de normalidad absoluta de la bioquímica y fisiología del individuo, que se manifiesta en un completo bienestar físico, mental y social, previniendo de esa manera la aparición de una futura dolencia o enfermedad.
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