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¿Qué es la hipertensión pulmonar?

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SANTO DOMINGO. – Según la OMS, la hipertensión pulmonar es una enfermedad en la cual la presión en las arterias pulmonares está por encima de lo normal. Tiene una tasa de supervivencia muy baja y afecta considerablemente la calidad de vida de los pacientes que la sufren y de sus familiares. Es un problema de salud grave que afecta a más de 25 millones de personas en el mundo.

Cuando las arterias se estrechan, obstruyen o se dañan, no pueden transportar la cantidad de sangre necesaria, lo que produce que el corazón tenga que realizar un esfuerzo mucho mayor para hacer pasar la sangre hacia los pulmones.

Existen 5 tipos de hipertensión pulmonar. Entre los tipos de hipertensión pulmonar está la hipertensión arterial pulmonar (HAP), que es una elevada presión sanguínea en las arterias que se dirigen del corazón a los pulmones, conocidas como las arterias pulmonares. Este aumento en la presión sanguínea ejerce presión sobre el corazón llegando finalmente a colapsar el lado derecho del mismo y de los vasos sanguíneos que transportan sangre a los pulmones.

Otra variante es la hipertensión pulmonar tromboembólica crónica (HPTEC), que se produce por una oclusión de los vasos pulmonares por coágulos de sangre organizados. Es una complicación a largo plazo de la embolia pulmonar sintomática. Muchos de los casos de HPTEC tienen su origen en un tromboembolismo venoso asintomático (que no presenta síntomas).

Síntomas de la hipertensión pulmonar

Generalmente ocurren cuando la enfermedad ha progresado. El primer síntoma es la falta de aliento durante el esfuerzo físico, como por ejemplo subir escaleras. La fatiga, los mareos y desmayos también se pueden presentar. El edema en los tobillos, en abdomen y piernas, además de la piel y labios de color azul, junto con un dolor de pecho pueden ocurrir cuando el esfuerzo del corazón aumenta.

Los síntomas varían en severidad y un paciente en concreto puede no tener todos los síntomas. Otros síntomas son: un ritmo cardíaco irregular (palpitaciones o una sensación punzante fuerte), pulso acelerado y dificultad de respirar en reposo.

Causas de la hipertensión pulmonar

La hipertensión pulmonar puede ocurrir como resultado de algunas enfermedades como por ejemplo la enfermedad crónica del hígado y cirrosis del hígado; los trastornos reumáticos como escleroderma o el lupus eritematoso sistemático; así como enfermedades de los pulmones.

Las enfermedades del corazón incluyendo la enfermedad de la válvula de la aorta, insuficiencia cardiaca del lado izquierdo, enfermedad de la válvula mitral, o la congénita del corazón, también pueden causar hipertensión pulmonar.

El bajo oxígeno, vivir en zonas altas, la obesidad y la apnea del sueño, pueden ser factores de riesgo, al igual que la insuficiencia cardíaca congestiva, defectos de nacimiento en el corazón, SIDA, así como el ingerir determinados medicamentos.

¿Cómo se diagnostica la hipertensión pulmonar?

Debido a que la hipertensión pulmonar puede ser causada por varias condiciones médicas, un examen físico completo, una historia clínica completa y una buena descripción de los síntomas por parte del paciente son necesarios para poder descartar otras enfermedades y así poder realizar un diagnóstico correcto. El ecocardiograma es una herramienta imprescindible para el diagnóstico inicial, ya que permite valorar cuánto está aumentada la presión del pulmón y cuál es el impacto sobre el corazón.

¿Cómo se trata la hipertensión pulmonar?

Si se conoce la causa de la hipertensión pulmonar, se debe atacar directamente esta causa para mejorar el estado inmediato del paciente. Es necesario hacer un diagnóstico apropiado y un análisis del problema antes de comenzar cualquier tratamiento.

El fármaco oral riociguat es altamente eficaz y fue desarrollado para tratar la hipertensión arterial pulmonar (HAP) y la hipertensión pulmonar tromboembólica crónica (HPTEC). Con riociguat los pacientes con hipertensión pulmonar pueden mejorar la capacidad de realizar ejercicio y retrasar el avance de la enfermedad.

En algunos casos, las personas que tienen hipertensión pulmonar necesitan un tratamiento quirúrgico; las opciones incluyen un trasplante de pulmón y un tipo de cirugía cardíaca que se llama septostomía auricular.

Artículo cortesía de Bayer, más información en www.bayerpharma.com.

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