El hábito de lavarnos los dientes diariamente es clave para el cuidado de estos y de la salud bucal. Sin embargo, esta rutina se altera en verano, cuando cambiamos nuestros hábitos alimenticios y se pasa más tiempo al aire libre.
Durante las vacaciones a menudo se come fuera de casa, y casi siempre no se tiene a mano el cepillo para lavarnos los dientes, lo que provoca que se queden restos de comida. Esto, unido al aumento de las temperaturas y una menor salivación bucal, puede provocar la aparición de bacterias en la boca que pueden dar lugar a patologías tales como la caries o la gingivitis.
Para evitarlo, los expertos recomiendan cepillar los dientes después de cada comida y mantener la rutina de higiene bucal: cepillarse una media de tres veces al día, utilizar una pasta dentífrica con flúor, y el colutorio dos o tres veces a la semana de acuerdo a lo que le aconseje su odontólogo.
«Muchas enfermedades bucodentales presentan signos poco evidentes a simple vista, y con una exploración rutinaria, se pueden detectar patologías como la caries o la gingivitis», expresó el doctor Carlos Pascual Atienza, especialista en Medicina Oral por la UCM y colaborador de Compromiso y Seguridad Dental.
Para evitar sorpresas desagradables, desde Compromiso y Seguridad Dental lanzan unos consejos para cuidar nuestra salud dental en verano:
– Ir al dentista antes de las vacaciones. Una visita al dentista antes de las vacaciones puede evitar que aparezcan molestias provocadas por caries u otras dolencias.
– Combatir la sequedad bucal. Con el aumento de las temperaturas la boca, como el resto del organismo, puede sufrir sequedad. Aumentar el consumo de agua o bebidas sin azúcar y alimentos como frutas y verduras ayudará a mantenerla perfectamente hidratada.
– Cepillar los dientes después de cada comida. En vacaciones a menudo se come fuera de casa en bares y restaurantes, así que es aconsejable llevar un cepillo de dientes de bolsillo que permita mantener una higiene dental correcta. Además, como se suelen cometer excesos con la comida y se pica más entre horas, en la medida de lo posible se debe seguir una alimentación sana que evite el riesgo de caries y enfermedades periodontales. Lo mismo ocurre con algunas bebidas, como son las gaseosas y alcohólicas.
– Cuidar la boca de los más pequeños. Con las vacaciones aumentan las actividades y deportes al aire libre, lo que facilita los traumatismos dentales debidos a caídas y golpes. Los protectores dentales son una buena opción.
– Atención a la sensibilidad dental. El consumo de bebidas y productos fríos como helados y granizados es una buena opción, pero hay que tener especial cuidado para evitar la sensibilidad dental, especialmente en las personas más propensas.
Todas estas medidas hay que extremarlas si se lleva ortodoncia, que exige un cuidado mucho más especial, siguiendo siempre los consejos del odontólogo.
Fuente: DPA.
fecha: