1) Entrevistadores digitales por parte de médicos humanos.
El análisis algorítmico podría ayudar es la automatización de ciertas tareas que pretenden ser repetitivas por una razón. Por ejemplo, los humanos virtuales podrían realizar entrevistas clínicas estructuradas en el futuro, ya que definitivamente harían lo mismo, las preguntas previamente determinadas y los entrevistados no estarían tan agobiados al compartir sus secretos con una entidad virtual y anónima como con otra, posiblemente humano crítico.
Por ejemplo, en un estudio, un humano virtual realizó entrevistas con personas reales en apuros emocionales. Se analizaron distintos patrones del habla, como sonidos de vocales y patrones en el lenguaje corporal, como la dirección en la que alguien está mirando. Si una máquina aprende que las personas que están deprimidas no abren la boca tanto como una persona que no está deprimida, puede usar el análisis del habla para identificar a las personas que tienen más probabilidades de estar deprimidas.
Tal tecnología tiene el poder de mejorar dramáticamente la investigación y el tratamiento. Los algoritmos inteligentes podrían encontrar patrones y comportamientos que los entrevistadores humanos podrían pasar por alto o dejar de ver, porque todos tenemos sesgos cognitivos.
2) Detección precoz, señalización de riesgos y predicción.
En el futuro, los pacientes pueden ir al hospital con un brazo roto y salir de la instalación con un yeso y una nota con una sesión de psiquiatría obligatoria debido al riesgo de suicidio señalado. Eso es lo que pretenden algunos científicos con su sistema de IA desarrollado para detectar el comportamiento depresivo desde el principio y ayudar a reducir la aparición de enfermedades mentales graves.
El algoritmo de aprendizaje automático creado en Vanderbilt University Medical Center en Nashville utiliza datos de ingreso hospitalario, incluidos edad, sexo, código postal, medicamentos e historial de diagnóstico, para predecir la probabilidad de que un individuo determinado se lleve su propia vida. En ensayos que utilizaron datos recopilados de más de 5,000 pacientes que habían sido ingresados en el hospital por autolesiones o intentos de suicidio, el algoritmo tenía una precisión del 84 por ciento en la predicción de si alguien intentaría suicidarse la semana siguiente, y el 80 por ciento de precisión en la predicción de si alguien intentaría suicidarse en los siguientes dos años.
En otro experimento, los investigadores demostraron que un teléfono inteligente junto con un algoritmo que controla el comportamiento del usuario durante un período de tiempo podría llegar a un diagnóstico similar. De acuerdo con los estudios preliminares, los cambios en la velocidad de escritura, el tono de voz, la selección de palabras y la frecuencia con la que los niños se quedan en casa podrían indicar problemas.
Puede haber hasta 1.000 «biomarcadores» para la depresión basados en teléfonos inteligentes, señaló el doctor Thomas Insel, ex director del Instituto Nacional de Salud Mental y ahora líder en el movimiento de psiquiatría de teléfonos inteligentes. En este momento, los investigadores están probando aplicaciones experimentales que utilizan inteligencia artificial para intentar predecir episodios depresivos o autolesiones potenciales.
Otra herramienta llamada EARS (Evaluación de estados de riesgo sin esfuerzo) también utiliza datos de teléfonos inteligentes para identificar a personas con dificultades psicológicas y puede que algún día ayude a señalar a las personas con riesgo de suicidio.
3) Chatbots basados en inteligencia artificial para ayudar a los pacientes 24/7
La inteligencia artificial no solo puede ayudar con el diagnóstico y la detección temprana de problemas de salud mental, sino que también puede participar de manera significativa en el manejo de los trastornos. En comparación con un psiquiatra o psicólogo humano, las características más ventajosas de los algoritmos inteligentes podrían ser su anonimato y accesibilidad. Por ejemplo, en los últimos años se han desarrollado muchas aplicaciones basadas en teléfonos inteligentes que pueden controlar de forma proactiva a los pacientes, estar listos para escuchar y conversar en cualquier momento y en cualquier lugar, y recomendar actividades que mejoren el bienestar de los usuarios. No importa si son las 3 am, el chatbot está listo para escuchar cualquier problema y nadie tiene que esperar hasta la próxima cita con el terapeuta. Además, estas aplicaciones suelen ser más asequibles que la terapia en sí misma,
Por ejemplo, Woebot , un pequeño asistente algorítmico, tiene como objetivo mejorar el estado de ánimo. Promete conectarse de manera significativa con el usuario, mostrar fragmentos de empatía y, al mismo tiempo, brindarle la oportunidad de hablar sobre sus problemas a un robot virtual y recibir asesoramiento a cambio. Pacifica es una herramienta similar para mejorar el estado de ánimo de los usuarios a través de la terapia cognitiva conductual. Las herramientas y actividades incluyen herramientas de meditación, relajación, estado de ánimo y seguimiento de la salud.
Fuente: El Médico Futurista
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