La nutricionista Laura Rodríguez, quien es la responsable de la salud y nutrición en Nestlé, al desarrollar la pirámide nutricional le incorporó una base que orienta sobre los hábitos de vida saludable. Un estilo de vida con la práctica de actividades físicas adaptadas a la capacidad de cada persona, pueden evitar enfermedades y conservar la salud.
Es por eso que la experta aconseja 60 minutos diarios de ejercicios con intensidad moderada como son: caminar, correr, subir las escaleras entre otros ejercicios, y realizar algún deporte, tales como el tenis, montar bicicleta o patinar.
Con la práctica de estas actividades así como los ejercicios de meditación, relajación, estiramiento y un adecuado descanso pueden contribuir a un mejor equilibrio emocional en la persona.
Debido a que el estado emocional está asociado a la salud el estrés y la ansiedad puede influir en la presión arterial, también el cansancio, la apatía, y la falta de sueño son factores que afectan y pueden dañar el estado de la persona.
Expresa, que un organismo con una alimentación inadecuada no podrá tener las energías necesarias para desarrollar las actividades diarias. Ya que, el gasto y aprovechamiento necesario de energía, es un sistema muy complejo sobre los que influyen muchos factores como: el sistema endocrino, el metabolismo de la persona, la actividad física, la presencia de enfermedades y los tipos de alimentos.
En la base de la pirámide la nutricionista recomienda el consumo del agua. Y aclara que la ingesta adecuada del agua es aproximadamente entre dos litros y medio en las mujeres y hombres respectivamente.
Dice que la necesidad habitual de agua, dependerá de numerosos factores, como por ejemplo la actividad física que la persona realice, la temperatura, la humedad del ambiente, tipo de dieta entre otros. Cuando la persona lleva una actividad física intensa las necesidades del agua aumentan. Lo recomendable es tomar agua con todas las comidas y también entre horas y sobre todo cuando se tenga sed.
La especialista precisa, que una persona adulta y sana, con una actividad física ligera, no necesita ingerir agua sin tener sed. En cambio en el caso de la lactantes, niños y personas de avanzada edad, estos se consideran vulnerables por lo que habrá que tener más cuidado, para que puedan tener una mejor hidratación.
Fuente: EFE
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