MADRID. -El 10% de las mujeres presenta una complicación tromboembólica durante el embarazo o puerperio (las semanas posteriores al parto), siendo la primera causa de muerte durante la gestación. Un estudio internacional seguirá a 3.000 mujeres portadoras de una propensión genética a sufrir trombosis.
La Sociedad Internacional de Trombosis y Hemostasia (ISTH) ha puesto en marcha el primer estudio internacional para conocer la relación entre la propensión genética a desarrollar trombosis y problemas reproductivos como la infertilidad, los abortos de repetición, la muerte fetal o la preeclampsia.
Este proyecto, denominado WiTEAM y que se desarrollará en el periodo 2018-2020, se lleva a cabo tras los resultados obtenidos en el estudio TEAM (Trombosis en el Ámbito de la Mujer), liderado por un equipo español de investigación y la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia (SETH).
Dicho estudio concluye que un 10% de las mujeres embarazadas presenta alguna complicación tromboembólica durante los nueve meses y el puerperio (las 5-6 semanas posteriores al parto), que 1 de cada 4 pacientes con problemas de fertilidad o durante la gestación es portadora de una trombofilia genética y que la fecundación in vitro y los tratamientos hormonales aumentan 10 veces el riesgo de trombosis frente a un embarazo natural.
Trombosis
Basándose en estos datos, el proyecto WiTEAM hará el seguimiento de 3.000 mujeres de diferentes países portadoras de trombofilia o predisposición genética a la trombosis con el fin de crear un protocolo terapéutico que evite esta patología en el embarazo y con objeto de prevenir la infertilidad y los problemas que pueden causar abortos, como la insuficiencia placentaria.
Trombosis, asociada al ciclo hormonal
La trombosis es la principal causa de muerte durante el embarazo, y el principal factor de riesgo es tener antecedentes o exponerse a tratamientos de reproducción asistida.
La trombofilia asociada a la reproducción requiere especial atención dado que los desencadenantes están asociados al ciclo vital hormonal, desde la menarquía a la toma de anticonceptivos, los tratamientos hormonales, los embarazos previos y la fecundación in vitro, explica la doctora Amparo Santamaría, investigadora principal, jefa de la Unidad de Hemostasia y Trombosis del Hospital Universitario Vall d’Hebron y co-directora del Instituto Blood Cell Barcelona.
Pero también la obesidad, la diabetes, la edad -ser mayor de 35 años- y haber sufrido un episodio trombótico previo incrementan el riesgo.
Por esa razón, el estudio que ahora se inicia es, según la doctora Santamaría, “una oportunidad para que hematólogos, obstetras, ginecólogos y especialistas en reproducción asistida aúnen esfuerzos tanto en el diagnóstico como en el tratamiento preventivo para establecer guías y consensos”.
Fuente: Efe Salud.
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