SANTO DOMINGO.- Con la publicación el 19 de diciembre de 2017 de la Resolución 00219-2017 de la Superintendencia de Salud y riesgos Laborales (SISALRIL) acerca de Auditoría Médica se han establecido los controles entre los actores que componen el Sistema de Seguridad Social Dominicano.
De acuerdo con el doctor Miguel Santos, esta resolución ha generado críticas de algunas partes del sistema que entienden que no he es factible ña aplicación de la misma. El especialista en Gerencia de Salud explica que estas críticas vienen de actores a quienes no les agrada tener controles que limiten su accionar.
Afirma que el artículo 163 de la Ley 87-01 del Sistema Dominicano de la Seguridad Social establece que las Prestadoras de Servicios de Salud (PSS) deberán establecer los sistemas que garanticen la calidad de la atención y normas de autorregulación que les permitan alcanzar niveles adecuados de calidad, oportunidad y satisfacción a los afiliados y usuarios , detectando a tiempo cualquier falla que afecte su desempeño conforme a lo establecido por el Ministerio de Salud Pública y la Ley General de Salud.
La calidad en salud tiene como objetivo la satisfacción del usuario. Sin embargo, asegura el doctor, en el país “las ´gestiones de calidad´ de las PSS tanto públicas como privadas, son realizadas respondiendo a distancia de este criterio y más bien se inclinan por la satisfacción lucrativa de los dueños y accionistas de los centros en desmedro de la entrega eficiente y oportuna de dichos servicios”.
Agrega que también está la omisión del autocontrol por parte de los llamados a brindar el servicio, que establece que este personal deberá utilizar las mejores técnicas y al menor costo, sin la intervención de un fiscalizador policía, sino que cada uno de los involucrados debería tener claro cuáles son sus roles dentro de este proceso. Esto quiere decir que tanto en lo administrativo como el médico de urgencias, especialista, personal de enfermería, laboratorio y demás debe garantizar la calidad en los servicios.
El doctor Santos recuerda que República Dominicana cuenta con la Política Nacional de Calidad en Salud emitida por el Ministerio de Salud Pública en 2013, para garantizar el bienestar y la seguridad de la población usuaria de los productos y servicios relacionados con la salud.
“Esta política establece que todos los centros de salud deben estar inicialmente habilitados, certificados y acreditados con la implementación de buenas prácticas en salud que disminuyan el riesgo asociado a la atención en salud de la población, lo cual debería aumentar el impacto de los servicios y de esta manera mejorar el estado de salud de la población”, explica.
En ese aspecto, el especialista explica que la Auditoría Médica Responsable es un instrumento que busca establecer los estándares que garanticen cierto grado de calidad en los prestadores, tanto médicos independientes como centros. Este proceso debe iniciar con la selección de variables a ser auditadas. Según el grado de conciencia del ente auditado se sugieren cambios que pueden ser motivos de acciones, que modifiquen la forma del hacer, si estas propuestas se implementan, así se sigue generando la ciclicidad del proceso cuyo resultado se conoce como Ciclo de la mejora continua o Ciclo PHVA.
Agrega que la Auditoría Médica Responsable debe intentar brindar al sujeto auditado sus mayores contribuciones para mejorar más la atención en salud, dejar a un lado sus intereses personales, ya que en sus manos está la decisión de reconocer o no el servicio brindado por el prestador. Esto puede traer fricciones que son pagadas por el afiliado, quien debe ser el centro del sistema y no el responsable de la relación contractual entre las partes.
Por ello la Auditoría Médica recomienda convertirse en un generador de adherencias para fomentar el autocontrol de los actores que intervienen en el proceso y deducir que los usuarios reciban servicios percibidos con calidad.
Desafíos El doctor explica que, según Benito Narey Ramos, los desafíos que impiden la aplicación de controles de calidad son los siguientes:
1- “La falta de una cultura de calidad”, aún con premios nacionales que incentivan a la calidad.
2- “La tarea del control requiere dedicación y tiempo”, pero casi siempre se aplica la ley del menor esfuerzo.
3- “El temor o rechazo a ser evaluado, porque el control se hace generalmente con un sentido coercitivo”, lo que genera resistencia al cambio.
4- “Dificultades en la aplicación de métodos y técnicas de control de difícil comprensión y desempeño”.
5- “Pobre motivación debido a lo difícil que resulta ponderar las ventajas del proceso del control, ya que sus efectos se observan a mediano o largo plazo”.
6- “Temor a los gastos en que se incurre para desarrollar el control de calidad, pero no se valora el precio de la mala calidad, debido al incumplimiento de normas y procedimientos de graves consecuencias para la atención en salud”. La calidad tiene su costo.
Concluye que uno de los controles de calidad más eficientes y eficaces en la búsqueda de mejorar la atención en salud recibida por la población es la Auditoría Médica Responsable.
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