SANTO DOMINGO.- Con la participación de mas de 4,700 asistentes de diferentes representantes del sector salud tanto nacional como internacional culminó el IV congreso dominicano de bioética, dedicado a la profesora Josefina Romero, con el lema “La ética de la esperanza a partir de la pandemia del covid-19”, realizado por la Comisión Nacional de Bioética desde el 26 al 30 de octubre con la colaboración de DiarioSalud.do.
En este quinto día del evento el doctor Miguel Suazo expuso la conferencia magistral “De la aproximación a la tragedia, a la ética de la esperanza”, donde hizo una amplia reflexión sobre la realidad de la pandemia y la urgente necesidad de construir esperanza donde se avizora desesperanza.
El doctor Suazo se refirió a los errores de manejo que han aproximado al país a la tragedia que a su juicio fueron cometidos durante el inicio de la pandemia, entre ellos la carencia de un sólido sistema de salud diferenciado donde la puerta sea por niveles y estrategias de atención, sustentada en la atención primaria entendida como estrategia con cobertura para todos los ciudadanos con medios y costos aceptables.
Otros errores probables que citó son: la presión por la apertura de la economía, la política y el poder y el relajamiento de las normas, donde la vida pasó a ocupar un segundo lugar en importancia, prevaleciendo la visión dilemática cuando en realidad era de cercanía a la tragedia que se adhirió a la dinámica del poder.
El doctor Suazo señaló que en la actualidad se modela una farsa dramatización de normalidad que arrastra más riesgos, donde el problema mayor reside en que una segunda oleada podría sorprender.
Explicó que la ética de la esperanza implica optar preferencialmente por los más vulnerables, por desmedicalizar la identidad de la pandemia para abordarla de manera integral y pactar por una nueva forma de relación con la naturaleza.
Resaltó que ni siquiera el seis por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) da la esperanza de solucionar la crisis, sino, las nuevas estructuras de una sociedad basada en nuevos valores que incluyan todos los sectores y su interacción ante los seres humanos.
“La esperanza deberá tomar en cuenta el influjo de la bioética y sus instancias como son los comités, los centros académicos de pensamientos sociales que se sustentan en propuestas que juegan un papel importante y son parte fundamental de esa esperanza”, dijo.
El doctor Suazo agregó además, “La pandemia no puede desaparecer por el deseo de que se reactive la economía, ni porque se pongan fechas a las aperturas de aeropuertos y hoteles turísticos, esas son falsas realidades materiales. De no actuar con prudencia y objetividad se podría agudizar la infección, de no tener clara la defensa de la vida y el cuidado de los más vulnerables la pendiente podría arrojarnos de la esperanza a la tragedia”.
Concluyó diciendo que, “Estamos más cerca de la tragedia que de la esperanza, pero a tiempo todavía de revertir el esquema, comprometámonos con las implicaciones que suponen construir esperanza sacando lo mejor de nosotros pero dirigiéndonos correctamente, todo depende de nosotros”.
Durante este acto de clausura del congreso, se desarrolló el panel “Propuesta para la construcción de nuevas pautas para a partir de la ética de la esperanza”, con la participación del doctor Marcos Villamán, la licenciada Lourdes Torres, la doctora Lilliana Fernández y el doctor Vicente Vargas, quienes presentaron sus propuestas de cómo avanzar para mejorar y seguir construyendo sociedades más inclusivas.
Las palabras de bienvenida y agradecimiento estuvieron a cargo del licenciado Jeffey Lizardo presidente de la CNB-RD y la doctora Torgarma Rodriguez, presidenta del comité organizador. La moderación de este evento estuvo a cargo de la licenciada Miguelina Rosario, pasada presidenta de la comisión.
Este evento contó con certificado de participación y con el aval del Colegio Médico Dominicano (CMD), Universidad Central del Este (UCE), Universidad Católica del Cibao (UCATECI), Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña (UNPHU), Universidad Iberoamericana (UNIBE), Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC), Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM), y la Asociación Dominicana de Facultades y Escuelas de Medicina (ADOFEM).
También tuvo el apoyo de la Academia Dominicana de Medicina, la Academia de Ciencias de la República Dominicana, Sociedad Dominicana de Fisiatría (SODOMFI), el Colegio Dominicano de Profesionales de Enfermería (CODOPENF), Colegio Dominicano de Psicólogos (CODOPSI), Colegio Dominicano de Bioanalistas, Sociedad Dominicana de Psiquiatría, AMSA UNPHU CHAPTER, JAE UNPHU, Organización Panamericana de la Salud OPS/OMS.
Asimismo, contó con el aval de Seguro Nacional de Salud (SNS), SENLAT, Etikos, Federación Latinoamericana y del Caribe de Instituciones de Bioética (FELAIBE), Red Dominicana de Investigadores para la Salud (REDIS), Red de América Latina y el Caribe de Comités Nacionales de Ética, Red Panamericana de Bioética y Comunicación, Asociación Médica de Rehabilitación Centroamericana y del Caribe (AMERCAC) y el Centro Latino de Bioética y Humanidades (CELABIH), Trilex Legal y Colegio Dominicano de Periodistas.
Este congreso contó con el patrocinio de Primera ARS de Humano y Humano Seguros.
Para ver en diferido el taller pre congreso, las conferencias y el congreso puede acceder a www.diariosalud.do/bioeticard.
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