SANTO DOMINGO.-El linfoma cutáneo primario es una enfermedad dermatológica, un tipo de tumoración maligna que se puede presentar primariamente en la piel pero además puede afectar cualquier órgano interno.
La doctora Carmen Yris Taveras dermatóloga expresidenta de la Sociedad Dominicana de Dermatología (SDD), en una entrevista para DiarioSalud.do explicó que la variabilidad de presentación clínica de esta patología puede amenazar la vida del paciente si no se realiza un diagnóstico correcto.
Hizo un llamado a las dermatólogos a tener presente la gran variabilidad clínica y cantidad de formas diferentes en que se puede presentar, por lo que deben conocerlo, estar atentos, para hacer un diagnóstico temprano.
La especialista enfatizó en las modificaciones en la clasificación que ha experimentado esta enfermedad con los avances de la tecnología, la genética, la biología molecular y la inmunología, permitiendo el adelanto terapéutico.
“Esto ha impactado la dermatología haciendo que los linfomas cutáneos primarios se conozcan más, se haga una clasificación más amplia, se detecten nuevos tipos de linfomas cutáneos primarios y por tanto nos sirva más a los médicos para hacer ese diagnóstico temprano que está bajo nuestra responsabilidad porque podemos evitar la muerte de un paciente por dicha enfermedad”, puntualizó.
Señaló que en el país se dispone de fármacos que son biotecnológicos, así como servicios de radioterapia con aparatos modernos, que permite la curación de los pacientes, “desde el punto de vista terapéutico tenemos mucha esperanza en nuestro país porque si disponemos de muchos medios, ya sean quimioterapias, ya sea la utilización de medicamentos biológicos, como de la radioterapia la cual ha avanzado mucho y contamos con muy buenos centros en las principales provincias de nuestro país”.
Manifestó que los tratamientos para la enfermedad son accesibles a la población, “hasta SeNaSa cubre las radioterapias de esta patología y también los hospitales de tercer nivel de atención tenemos quimioterapias muy avanzadas y tenemos especialistas excelentes que aplican estos tratamientos y el paciente puede tener una vida mejor por la curación de esta patología”.
La doctora Taveras destacó entre los retos de los dermatólogos tener más presente esta enfermedad, conocer la variabilidad del cuadro clínico, tomar biopsia a tiempo, estudiar al paciente cuando no se tiene la certeza de que tiene, y continuar la actualización.
“Otros de los retos es hacer curso, continuar la actualización como lo hacemos pero continuarla con entusiasmo profundizando estos temas tan cambiantes en la dermatología porque realmente es muy cambiante y solamente con la actualización podemos seguir avanzando y tener una mejor orientación”, agregó.
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