USA.- Desde hace 10 años dejaron de ser sólo entretenimiento. Hoy existen títulos que ayudan a sobrellevar el cáncer y algunos trastornos neurológicos.
Es común escuchar que la salud no es un juego; sin embargo, desde hace unos diez años la tendencia mundial ha sido convertirla precisamente en eso. Así lo ha explicado en varias ocasiones Yuri Quintana, profesor de Medicina de Harvard y creador de Serious Games For Health, un curso con el que enseña a profesionales de la salud y de la tecnología los beneficios que los videojuegos pueden regalarle a la humanidad, más allá del entretenimiento.
Esta tecnología, que según Quintana aporta nuevos conocimientos y mejora hábitos y comportamientos, también ayuda a recolectar información más exacta sobre los mismos. Aunque en el mercado ya existen varias propuestas de juegos digitales que aportan a la salud, este experto propone dentro de su curso algunos que han probado ser efectivos o que están basados en estudios médicos serios. Conózcalos.
“Re-Mission 2”
Creado para pacientes con cáncer, este set de seis juegos busca empoderar a los usuarios y generar en ellos una sensación de control sobre la enfermedad, a la vez que motiva la continuidad de los tratamientos. La dinámica pone a los jugadores dentro de un cuerpo humano para luchar contra las diferentes etapas del cáncer, equipados con un arsenal de armas y superpoderes que representan las defensas naturales del cuerpo, la quimioterapia y los antibióticos. “Re-Mission 2”, que tuvo una primera versión a modo de piloto, está disponible para computador, iOS y Android, y se basó en una investigación realizada con 120 jóvenes con cáncer.
“AbaPlanet”
Este juego para iPad se basa en el análisis del comportamiento a través de ejercicios de lenguaje receptivo y de emparejamiento, que con audios e imágenes buscan que niños y adolescentes con problemas de aprendizaje o autismo puedan aprender 350 palabras de vocabulario básico. Para mantener el interés en el juego, después de cierto número de respuestas correctas aparecen espacios para dibujar, hacer burbujas y ver videos, que funcionan como recompensa. Además cuenta con un sistema de registro que proporciona detalles sobre el avance de los jugadores y adapta los ejercicios a su nivel de aprendizaje.
“Groundskeeper”
Un grupo interdisciplinario de sicólogos, científicos de datos, expertos en informática y neurólogos diseñaron este juego que se basa en un set de bloques digitales creados por el MIT. La idea es predecir la probabilidad de que niños y jóvenes sufran trastornos de déficit de atención, depresión o ansiedad, al comparar los patrones de juego de los usuarios mientras resuelven las pruebas que se les presentan y los parámetros clínicos normales. Los cubos permiten que los jugadores manipulen físicamente el mundo digital, lo que aumenta el compromiso y optimiza el aprendizaje, mientras se reúnen los datos para el diagnóstico.
“Project: EVO”
Lanzado el año pasado, es creación de Akili, un grupo de neurocientíficos basados en Boston, Estados Unidos. En él los jugadores están inmersos en un mundo virtual donde deben tomar decisiones en cuestión de segundos para acondicionar al cerebro a organizar bien la información disponible y priorizar, lo que a la vez obliga a mantener un mayor grado de concentración sobre la tarea que se está realizando. Esto lo clasifica dentro de los juegos creados para personas con déficit de atención. Disponible para iOS y Android, actualmente se encuentra a la espera de la aprobación de la FDA, que lo convertiría en el primer videojuego aceptado y diagnosticado como terapia.
Fuente: El Espectador
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