SANTO DOMINGO.- Esta vez, nuestra colaboradora Ana Laura Cattaneo, Nutricionista de la Facultad de Medicina de Buenos Aires, nos trae este trabajo sobre los beneficios y bondades del Aceite de Oliva.
Mucho se ha comentado sobre las propiedades del aceite de oliva, dado al perfil de grasas que lo conforman. Sin embargo, una investigación reciente publicada en Elsevier informa que este tipo de grasa es capaz de reducir la inflamación por un mecanismo bioquímico donde interviene como mediador.
El estudio publicado por la Universidad de Sevilla, demuestra que los polifenoles presentes en el aceite de oliva extra-virgen favorece la disminución de la inflamación en las articulaciones. La autora principal la Dra. Rosillo explica que el estudio fue realizado en dos grupos de ratas, donde a un grupo se le suministro aceite de girasol y al otro de oliva extra-virgen. Se observó que tanto a nivel microscopio como a nivel tisular, por el alto contenido en polifenoles, el aceite fue capaz de disminuir una serie de mediadores y parámetros bioquímicos implicados en procesos inflamatorios.
Para comprender mejor, si analizamos la composición química del aceite de oliva extra virgen encontraremos que las sustancias que lo componen puede dividirse en dos de acuerdo a la propiedad de formar jabones en saponificables, que representa un 98 % y no saponificables un 2%. Dentro del primer y mayoritario grupo encontramos los triglicéridos, ácidos grasos libres mono y diglicéridos; lípidos con una alta proporción de monoinsaturados y poliinsaturados si se compara con perfiles de grasas de otros aceites. Los polifenoles, sustancia identificada en el artículo científico, se encuentran en esta fracción que corresponde al 2% junto a pigmentos tocoferoles, compuestos volátiles y esteroles.
Esta buena noticia es corroborada por la baja incidencia de enfermedad articular en la población consumidora de dieta mediterránea donde el aceite de oliva es un protagonista.
Por eso se postula ahora al aceite de oliva extra virgen como herramienta en el tratamiento de artritis reumatoide pudiendo reducir aparición de efectos colaterales indeseados consecuencia de la farmacoterapia clásica. También se levanta la teoría de que el consumo de este aceite previene el desarrollo de la artritis reumatoide.
Recordemos también que el aceite es un alimento de alta densidad calórica, por lo que el efecto protector se conseguiría con lo que recomienda la dieta mediterránea, alrededor de 50 ml diarios es decir dos cucharadas soperas al día en crudo.
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