En los temas de alimentación existen muchos mitos, estos también están presentes en la temporada de celebración de fiestas de Navidad y Año Nuevo. Muchos deciden olvidarse de todos los hábitos de alimentación saludable desde fin de noviembre hasta enero, otros cuentan calorías en cada uva y galletita con forma de arbolito, que conducta es realmente la apropiada? Me gusta mucho como especialista de la Nutrición recalcar la importancia del balance de los nutrientes y el conocimiento de los alimentos y claro que en esta época especial del año no hay porque hacer la excepción.
El tema de la ganancia de peso durante las fiestas no es una suposición, hay evidencia, y muy fresca. En el Journal de Obesidad de junio de este año, se publicó una revisión sistemática sobre aumento de peso en diferentes poblaciones de distintos grupos biológicos en diciembre, y se mostró como resultados que en los adultos existe aumento de peso hasta entre aquellos que se encuentran en programas de descenso de peso, si pareciera que en los que reciben buen control y monitoreo regular se consigue mantener el peso.
Por otro lado, una buena noticia es la publicada por la Prof. Nuala Byrne en el Journal Internacional de Obesidad donde demuestra que las dietas hipocalóricas apropiadas, que son interrumpidas por dos semanas con una ingesta normocalórica consiguen mejor pérdida de peso global al final de 16 semanas.
Que quiero decir con esto, que aunque a este último estudio le faltaría mayor investigación, podemos concluir que lo ideal en diciembre sería poder disfrutar de las comidas de temporada pero que esto no se realice por más de dos semanas.
También podemos citar otras recomendaciones importantes, tales como no perder los hábitos que forman parte de un estilo de vida saludable, tales como hacer ejercicio físico de forma regular, hidratarse bien, consumir frutas y vegetales diariamente y moderar la cantidad de alcohol al beber.
¿Qué es lo que sucede con estas comidas de temporada? que en su mayoría, si las analizamos este el punto de vista nutricional tienen una densidad calórica mayor, usualmente más ricas en grasas y carbohidratos. Cuál es la ventaja que si hay que destacar, es que casi todas estas preparaciones culinarias son caseras, y poseen menos procesos de industrialización, por lo menos en la República Dominicana.
Conocer los alimentos es importantísimo, por eso aqui les dejo unos datos nutricionales curiosos sobre algunos protagonistas de esta temporada, no para obsesionarse, no hablo de prohibiciones, sino de información para tomar conciencia y que esto nos ayude a la moderación en la ingesta:
- 3.5 oz de ponche aporta cerca de 300 kcal, de las cuales 45 kcal son de grasas saturadas
- 3 oz de jamón de cerdo con salsa dulce de piña aporta alrededor de 216 kcal de las cuales 90 kcal son de grasas
- 1 oz de chicharrón de cerdo aporta 100 kcal y cerca de 10 g de grasa saturada.
- 1 empanadita de Yuca frita promedio puede aportar alrededor de 250 kcal y 14 g de grasa, donde la mayoría es saturada.
- 1 taza de arroz con gandules tipo moro con coco, aporta cerca de 400 kcal, con 58 g de carbohidratos y 13 de grasa en su gran parte saturada.
- 1 pastelito de carne aporta 281 kcal , y casi 180 kcal son de grasa
La Asociación Americana de Diabetes recomienda una serie de medidas muy prácticas, que podemos aplicar todos si queremos mantener el equilibrio y la salud durante las fiestas, estas son:
- Comer alimentos con pocas calorías durante el día, pero no saltarse las comidas
- ¡Hacer ejercicio durante el día de la fiesta y durante ella, bailar mucho!
- Dar primero un vistazo de la oferta de alimentos y luego servirse menos cantidad de los que son más altos en grasas y carbohidratos y más de las ensaladas y vegetales.
- Mantener las porciones de postres pequeñas.
- Después de servirse, apartarse de la mesa para evitar la tentación de volver a servirse.
- Contabilizar el alcohol que se bebe, si se beberá ponche, que sea en vaso pequeñito.
- Disfrutar de la comida especial, y durar mucho tiempo apreciando los sabores texturas y olores estando conscientes en el momento de la comida.
En resumen, el equilibrio es la clave teniendo en cuenta que lo más importante es la gente con la que se comparte y que los alimentos son los accesorios ideales para la sociabilización, siempre que se conserve la moderación.
Dra. Ana Laura Cattaneo.
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