SANTO DOMINGO.- La incidencia de enfermedades transmitidas por vectores sigue constante en el país, de acuerdo al último boletín epidemiológico semanal de la Dirección Nacional de Epidemiología hasta la semana 27 se han registrado 130 casos de Malaria y 730 de Dengue, incluidos 10 fallecimientos.
Tal como lo explican el doctor Robert Paulino-Ramírez, virólogo, director del Instituto de Medicina Tropical & Salud Global (IMTSAG-UNIBE) y el doctor Rafael Ramos Rincón, presidente la Sociedad Dominicana de Médicos Salubristas (Sodomesa), ante la pandemia se ha presentado una debilidad de los servicios de salud pública en la vigilancia epidemiológica, ya que la atención a nivel de salud colectiva en general, está focalizada en la vigilancia y el control de la COVID-19.
El doctor Paulino-Ramírez calificó esta situación como preocupante debido a que ha provocado que se pierda el seguimiento de las otras enfermedades, “se han seguido reportando casos de difteria, paperas, enfermedades todas prevenibles por vacunas”.
De su lado el doctor Ramos Rincón, expresó que el seguimiento de los casos de estas afecciones es preocupante, con un notable descenso de las notificaciones, además de grandes limitaciones en los estudios de contactos.
Resaltó que como resultado, los retrasos en la detección se podrían traducir en aumentos en la transmisión de estas enfermedades y de brotes epidémicos no detectables al inicio, lo que dificulta su control.
Señaló que es el momento de tomar decisiones que contribuyan a mejorar la situación de los servicios de Salud Pública para que esté mejor preparada frente a futuras crisis sanitarias.
En tanto que el doctor Paulino-Ramírez resaltó que en momentos como este lo que se espera desde el punto de vista de prevención es hacer jornadas de deschatarrización a nivel nacional.
En este sentido consideró que hay que reactivar los sistemas de redes comunitarias que tienen las unidades dependientes de salud (DPS) en el país entero, para empezar a implementar la estrategia de prevención para reducción de criaderos de mosquitos e higienización comunitaria.
“Para enfrentar la lucha contra el dengue se necesita voluntad política, coordinación intersectorial, participación de la comunidad y respetar las leyes sanitarias en cuanto al cumplimiento de los protocolos”, señaló el doctor Ramos Rincón.
Expresó que la sociedad de salubristas le ofrece el apoyo técnico a las autoridades en cuanto a movilización de recursos humanos en salud y evaluación de la gestión de medio ambiente, apegado a la recomendación de la estrategia de lucha contra el dengue en las Américas.
Mientras que el doctor Paulino-Ramírez destacó que quienes tienen que llevar el liderazgo del proceso son las autoridades.
“Si se fortalecen los programas que existen podemos tener una reducción en el impacto, es decir, reducción del daño lo más posible” , agregó.
Ambos especialistas coincidieron que para reducir los riesgos de transmisión es importante fortalecer la vigilancia epidemiológica, concientizar a nivel comunitario sobre la higiene en las viviendas, el uso de repelentes y mosquiteros, así como desarrollar movilizaciones sociales.
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