Massiel Méndez Jorge, MD.
Uno de los documentos indispensables a la hora de aplicar a cualquier programa de becas es una carta de motivación, en la que debes explicar por qué estás solicitando ingresar a ese plan de estudios y cuáles son tus intenciones (por eso también recibe el nombre de carta de intención). El presente artículo revisa los aspectos más importantes a considerar en la preparación de una carta de impacto, y los presenta en lenguaje no técnico, ya que procura ser una guía cercana y amigable de leer.
- Siempre que puedas, dirige tu comunicación a una persona específica. Una carta dirigida al departamento y encargado correspondiente siempre será mejor valorada que una con “a quien pueda interesar”. Si no estás seguro de quién la recibirá, analiza las especificaciones de la convocatoria y verifica si menciona a alguna persona encargada del proceso o un comité en específico. En este último caso, podrías dirigirla a los “Estimados miembros del comité de revisión XXX”, según corresponda.
- Adapta la carta a distintas situaciones u organizaciones. Quizás tienes un CV extenso y has participado en muchas actividades, pero cuando unos pocos párrafos podrían ser el factor decisivo entre ser favorecido con un programa o no, debemos escoger sabiamente el contenido. Por esta razón, antes de colocar alguna experiencia [aplica para la carta de intención y para el CV], pregúntate a ti mismo ¿esta habilidad o antecedente aporta algún valor al programa al que estoy aplicando? Desde el momento en el que el lector abra el documento, solo tendrás su atención por los primeros segundos. Por esta razón, es preferible mencionar menos cosas pero que todas aporten valor al área a solicitar. El CV y la carta de motivación son documentos dinámicos, que siempre deberás ajustar según el receptor.
- Evita el lenguaje florido. Recuerda, no es escritura literaria, es escritura académica. Sin lugar a dudas, este es mi gran delito al escribir (Justo ahí lo he hecho, con los calificativos). Nuestro entorno tampoco ayuda, ya que el uso de hipérboles parecería ser patrimonio cultural dominicano. Por alguna razón entendemos que siempre debemos de colocar adjetivos y describir con detalle las cosas para darnos a entender, sin embargo, en redacción académica, la habilidad de un buen escritor se mide por lo que es capaz de expresar con menos palabras. Así que antes de enviar, revisa la carta en busca de adjetivos, redundancias y verbos que pudieses suprimir. Siempre me gusta decir: “Imagina que eres un auditor contratado para optimizar este texto y que por cada palabra que suprimas sin afectar la coherencia recibirás 1,000 dólares” ¡Manos a la obra!
- Da ejemplos que respalden tus habilidades y calificaciones. Una frase popular reza “Del dicho al hecho, hay un trecho”. Puedes decir que tienes pasión por algo pero si aparte de “decirlo”, lo conectas con tus credenciales, mencionando cosas que demuestran esta pasión, será un valor agregado (Por ejemplo, relacionándolo con algún trabajo de voluntariado que hayas hecho en el área, o si has escrito sobre el tema, etc).
- Solicita retroalimentación. La comunicación es un proceso complejo y lo que pretendemos expresar puede diferir de lo que realmente escribimos, y por consiguiente, de lo que el destinatario interpreta al leer. Así que, antes de enviar, comparte la carta con algún conocido y pregúntale si las ideas están suficientemente claras. No saques conclusiones.
- Destaca tus cualidades. Pregúntate a tí mismo, si fueras un producto de supermercado, ¿qué diría tu afiche promocional? Ponte también en el lugar del lector, ¿qué puedes escribir para que sepa que estás listo y eres capaz de hacer el trabajo requerido? ¿Tienes alguna habilidad o experiencia poco usual que puedas enfatizar? Recuerda que las habilidades blandas también son importantes para el éxito académico. No temas incorporarlas.
- Dale “propósito” a tu solicitud. Reflexiona en las siguientes preguntas: ¿Cuáles actitudes y aptitudes puedes aportar a la institución? ¿Cómo te beneficiará el programa? ¿Cómo tu comunidad, empresa o universidad será beneficiada?
La carta de motivación se trata de ti pero, paradójicamente, debes evitar convertirla en un culto al egocentrismo. Enfoca tus “porqués” con tu trayectoria pero no olvides que al final, la educación y el trabajo son medios para llegar a un “fin”, y esa visión macro del fin es lo que debes rescatar. ¿Quieres ser un cirujano cardiotorácico subespecialista en trasplante valvular? Esto es un enfoque genial, pero ¿para qué?
Según la pirámide de necesidades de Maslow, los seres humanos tenemos necesidades de reconocimiento, (Como encajaría el destacarte en el área que te apasiona y ser un profesional de excelencia). Sin embargo, el último escalón corresponde a la motivación de crecimiento o autorrealización, y es a través de su satisfacción que se encuentra una justificación o un sentido válido a la vida mediante el desarrollo potencial de una actividad. Conociendo esto, conecta tu solicitud con estas motivaciones y las de tu entorno. Brindale a tu aplicación un sentido más allá del básico. Por ejemplo, ¿Cuál de estas dos consideras que representa mejor lo anteriormente descrito?
- (...) aprender técnicas quirúrgicas de vanguardia para ser el mejor cirujano.
- (...) aprender técnicas quirúrgicas de vanguardia para ser mejor cirujano y ofrecer a mi comunidad mejores opciones de tratamiento.
- No transcribas tu CV. Aunque en las primeras líneas debes presentarte y mencionar el programa al que estás aplicando, por ningún motivo debes de narrar toda tu trayectoria. La carta de motivación no debe repetir lo que ya está en el CV.
- Cuida tu salud mental. No permitas que el resultado de la convocatoria te defina. Independientemente de la respuesta que recibas del programa, recuerda que el hecho de que no seas aceptado no siempre refleja incompetencia. A veces, existen procesos administrativos que ignoramos que podrían limitar nuestra admisión, o quizás aplicamos en el momento inadecuado. Si tienes la ventaja de que adjunto a la respuesta negativa te expliquen las razones detrás de la decisión, ¡Felicidades!, has ganado una experiencia única de aprendizaje. Toma notas, evalúa los comentarios y aprovéchalos para reflexionar sobre tus Fortalezas, Oportunidades, Debilidades, Amenazas (FODA). Escríbelos en una nota, identifica cuáles de estas cosas son importantes para ti y desarrolla planes de mejora para la próxima ocasión.
Referencia:
Harvard Extension School. Resumes and cover letters. Disponible en: https://ocs.fas.harvard.edu/files/ocs/files/hes-resume-cover-letter-guide.pdf
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