Hipertensión Pediátrica en el Mundo de Hoy

Autora: Gloria P. Muñiz de León, estudiante de 5to año de medicina en la Universidad Iberoamericana (UNIBE). Miembro del Comité Permanente de Intercambio de Investigación (SCORE) de la Organización Dominicana de Estudiantes de Medicina (ODEM).

Rotando en el área cardiovascular en un hospital regional en República Dominicana, vi a un niño de 9 años que recibía un monitoreo ambulatorio de la presión arterial (MAPA). Sufría de hipertensión a una edad tan temprana, y para añadir, ni siquiera era su primer MAPA. Al pensar mucho en este tema, mis compañeros de clase y yo seguimos hablando con los miembros de su familia sobre su condición y, al parecer, la había heredado de su padre. Esto me dio curiosidad para investigar este tema e informar a otros acerca de este problema subestimado que enfrentamos en la sociedad actual.

La hipertensión pediátrica es una de las cinco principales enfermedades crónicas en pacientes jóvenes, ocurriendo en 2-5% de los pacientes pediátricos. [1] Teniendo esto en cuenta, podemos ver la importancia de llegar a un diagnóstico correcto y reconocer sus causas. Existen muchas causas diferentes, por ejemplo, uno debe descartar problemas renales y cardiovasculares subyacentes, diabetes, hiperlipidemia y estar atento a factores de riesgo como la obesidad.

En 2016, se realizó un estudio retrospectivo, en el que recolectaron datos de 196 establecimientos pediátricos en 27 estados de Estados Unidos. En clínicas con más de 50 pacientes elegibles, revelaron que el 23 por ciento de aproximadamente 12,000 niños fueron diagnosticados con hipertensión. Además, bajo el mismo criterio, también revelaron que el 10 por ciento de alrededor de 40,000 pacientes fueron diagnosticados con pre-hipertensión. [2]

Recientemente, se estableció una nueva guía escrita por la “American Academy of Pediatrics” para detectar la hipertensión en niños y adolescentes. De las muchas cosas que se establecieron en la nueva directriz, una de las primeras fue informar sobre los grandes cambios desde el último informe. Estos incluyen una metodología rigurosa basada en evidencia, definiciones revisadas de categorías de presión arterial, énfasis en el uso del MAPA de 24 horas para confirmar el diagnóstico de HTN, y otros. [3]

Como médicos, es nuestra responsabilidad estar siempre informados sobre las actualizaciones en medicina. Dado que esta es una enfermedad delicada en la edad pediátrica que a menudo se pasa por alto, debemos esforzarnos por hacer una diferencia para una mejor evaluación del paciente y un diagnóstico más temprano.

Referencias bibliográficas:

1. Kaelber D, Flynn J. AAP issues new pediatric hypertension clinical practice guideline. AAP News [Internet]. 2017 [citado 25 de julio de 2020]. Disponible en: http://www.aappublications.org/news/2017/08/21/BloodPressure082117

2. Kaelber D, Liu W, Localio A, Leon J, Pace W, Wasserman R et al. Diagnosis and Medication Treatment of Pediatric Hypertension: A Retrospective Cohort Study. Pediatrics [Internet]. 2016 [citado 25 de julio de 2020]; (138). Disponible en: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/27940711

3. Flynn J. 2017 AAP Guidelines for Childhood Hypertension [Internet]. American Academy of Pediatrics; 2017 [citado 26 de julio de 2020]. Disponible en: https://solutions.aap.org/DocumentLibrary/pcowebinars/2017%20Hypertension%20Webinar.pdf

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