Autor: Dra. Beatriz Adriana Villanueva Collins.Ortodoncia y Ortopedia Maxilofacial. UPAEP/CME.
La infección por el l virus COVID 19, también llamado coronavirus, desde su inicio, ha sido una amenaza a la salud mundial, debido a su rápida propagación y contagio, sumando las complicaciones que produce en pacientes con enfermedades crónicas de base. La transmisión es principalmente por las gotas de saliva, los aerosoles y tener contacto directo con superficies contaminadas.
La enfermedad estima un periodo de incubación de 5 a 6 días, y hay datos también que demuestran un periodo de 14 días. El paciente contagiado, aunque sea asintomático, es altamente foco rojo de contagio. Y mientras no tengamos una vacuna o cura para la enfermedad, la humanidad entera está en riesgo.
Entre las Profesiones de mayor riesgo se encuentra la Odontología, debido a los trabajos que realiza atendiendo a pacientes con su actividad directa en la cavidad bucal, en contacto con la saliva y, el trabajo con aparatos rotatorios que producen aerosoles. Los Odontólogos también realizan procedimientos quirúrgicos en los cuales se utilizan jeringas de aire o agua a presión, y las turbinas a alta velocidad que generan aerosoles, que estando potencialmente contaminados la sangre o saliva, son de enorme riesgo. Pudiendo generarse una contaminación cruzada, tanto para los pacientes como para el personal que labora, si no se tienen los cuidados correspondientes.
Tanto los Pacientes, como los profesionales de la Odontología, y la Sociedad en general, tenemos que acatar todas las medidas necesarias, por la protección de todos, considerando que , no existe la cura o la dosis preventiva a la enfermedad. El COVID 19, en su alto grado de contagio, nos requiere muy responsables y cuidadosos, a todos.
Los Profesionales de la Salud, en mi caso, la Odontología, tiene sus medidas y herramientas de trabajo preventivas como: La higiene en el área y equipo de trabajo, desinfección, esterilización, el uso de nuestra filipina encima de nuestra ropa para estar en contacto con los pacientes, lavado continuo de manos, uso de guantes siempre con cada paciente, lentes o caretas protectoras para evitar salpicaduras en los ojos, en la cara, el uso de cubrebocas para trabajar o hablar durante lo hacemos, evitando salpicaduras de nuestras gotas de saliva a nuestros pacientes cuando hablamos, entre otros. Hoy, ante ésta problemática, se requieren de varias de éstas medidas por parte de la Sociedad en general, hoy tenemos que ser mas severos, más estrictos con nuestra higiene y cuidados, muy obedientes y responsables a las indicaciones y autorizaciones para trabajar nuestra Profesión, y como Sociedad, en las actividades que tenemos que realizar por extrema necesidad. Nos encontramos ante una enfermedad nueva, que está aún conociéndose y en investigación.
Consideremos también, como parte de no saber la presencia de la enfermedad en cada uno de nosotros, que las pruebas realizadas, amparan hasta el momento de la toma de la muestra, pudiendo contraer el virus un rato después de hacerla o antes de la entrega del resultado. Hoy nos encontramos ante una enfermedad que, en lo que aparece la sintomatología, puede ser contagiada a los nuestros y a los demás, una enfermedad que también puede ser asintomática y, aún así, es contagiable. El COVID 19, hoy no está permitiendo a todos tener el ritmo de trabajo habitual, y deseamos retomarlo pronto. Los comercios de necesidad que están laborando, también tienen que actuar estrictos, y cuidadosos, protegiendo a todos sus clientes y personal, generando confianza. Al igual que las conductas del personal en otros centros de trabajo.
El no saber la presencia de la enfermedad en el organismo, nos obliga a practicar la prevención, a tener que conducirnos como tener la enfermedad, y así cooperar, en alto grado, a la disminución en el número de contagios.
Aún no existe la cura para el COVID 19, con un solo caso existente, en cualquier sitio del mundo, la humanidad está en peligro.
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