Vitamina E y su uso para un envejecimiento saludable

Autor: Sherly Báez Arias, estudiante de Medicina 5to año, en la Universidad Autónoma de Santo Domingo.

La vitamina E es importante durante todo el ciclo de vida, ya que proporciona beneficios antioxidantes para ayudar a combatir el cáncer, las enfermedades cardíacas y los daños oculares relacionados con la edad, como la degeneración macular. 

Los estudios preliminares también muestran un efecto protector sobre el funcionamiento mental, específicamente en la lentitud del deterioro cognitivo y la enfermedad de Alzheimer. Los antioxidantes ayudan a proteger las células cerebrales del daño irreversible causado por los radicales libres.

Dos estudios publicados en el Journal of the American Medical Association demostraron la asociación entre la ingesta dietética de vitamina E y la disminución de las tasas de enfermedad de Alzheimer.

Un estudio mostró que el riesgo de Alzheimer era un 70% menor entre las personas que consumían constantemente niveles más altos de vitamina E de los alimentos en comparación con las que consumían menos vitamina E. Otro estudio encontró resultados positivos similares para el riesgo de Alzheimer con ingestas más altas de vitamina E. Sin embargo, se necesitan más estudios para confirmar estos efectos protectores sobre la función cognitiva.

La vitamina E es una vitamina soluble en grasa, lo que significa que se almacena en el cuerpo y no se excreta fácilmente como las vitaminas B solubles en agua y la vitamina C.

Los hombres y las mujeres mayores de 14 años requieren 15 miligramos por día; sin embargo, se estima que solo el 75% de los estadounidenses alcanzan los 15 miligramos diarios recomendados. En general, los hombres suelen consumir alrededor de 10 miligramos por día, mientras que las mujeres ingieren alrededor de 7 miligramos por día. La cantidad diaria recomendada de vitamina E se puede alcanzar fácilmente comiendo una variedad de alimentos. Al igual que con todas las vitaminas y minerales, la preferencia es obtener vitamina E de los alimentos en lugar de los suplementos. Los suplementos con alto contenido de dosis tienen el potencial de interactuar con otros medicamentos y, por lo tanto, se deben discutir con un médico antes de tomar un suplemento.

Los alimentos que contienen vitamina E incluyen: almendras, avellanas, cacahuetes, semillas de girasol, aceite de germen de trigo, acelgas, espinacas, aguacates, brócoli, calabaza, kiwis y aceite de oliva. El consumo de solo un puñado de 23 almendras contiene 7,4 miligramos, o aproximadamente la mitad de la cantidad diaria recomendada de vitamina E.

Al consumir una dieta sana y rica en nutrientes con una variedad de frutas, verduras, granos integrales, nueces, semillas y aceites vegetales, uno puede satisfacer fácilmente sus necesidades diarias de vitamina E. Dado que las personas tienden a comer menos con la edad, la selección de estos alimentos ricos en nutrientes permitirá optimizar los beneficios para la salud de sus elecciones de alimentos.

Muchos de los alimentos ricos en vitamina E también son fuentes de grasas (aguacate, nueces, semillas, aceites vegetales). Si bien estos alimentos son fuentes saludables de grasas insaturadas y vitamina E, es importante elegir tamaños de porción adecuados debido a su alto contenido calórico. Equilibra estos alimentos con otros ricos en nutrientes y bajos en calorías, como el brócoli, las espinacas crudas, las acelgas y el kiwi.

Si bien la vitamina E por sí sola no cura todos los problemas de salud, es una parte importante de una dieta saludable para reducir el riesgo y la gravedad de la enfermedad. Vivir una vida completa de buena nutrición, ejercicio y bienestar mental es la mejor receta para un envejecimiento saludable. Mantener la ingesta de vitamina E bajo control es solo una parte de la receta de nutrientes recomendada.

Referencias Bibliográficas

Association of vitamin E and C supplement use with cognitive function and dementia in elderly men

K.H. Masaki, K.G. Losonczy, G. Izmirlian, D.J. Foley, G.W. Ross, H. Petrovitch, R. Havlik, L.R. White

Neurology Mar 2000, 54 (6) 1265-1272; DOI: 10.1212/WNL.54.6.1265

Louis Rosenfeld, Vitamine—vitamin. The early years of discovery, Clinical Chemistry, Volume 43, Issue 4, 1 April 1997, Pages 680–685, https://doi.org/10.1093/clinchem/43.4.680

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