ESTADOS UNIDOS. – La acidez es tan molesta, que en muchas ocasiones el dolor en el pecho se ha confundido con asma, paros cardíacos y otras afecciones más. Ese reflujo gastroesofágico afecta a un gran número de la población mundial, y es una condición muy común que no debe causar alarma en el paciente. Sin embargo, hay situaciones en las que los síntomas de la acidez impiden llevar una vida normal, y en ocasiones puede estar vinculada a una condición más grave, por lo que hay que prestar atención a su aparición y se aconseja consultar a un especialista.
La pirosis (agruras o acidez) es una sensación de dolor o quemazón en el esófago, justo debajo del esternón, que es causada por la regurgitación de ácido gástrico. El dolor se origina en el pecho y puede radiarse al cuello, a la garganta o al ángulo de la mandíbula. Es una de las causas de la tos crónica. Suele presentarse después de comer, aunque puede empeorar al acostarse o agacharse. Se da cuando el músculo del esófago que se abre para permitir el paso de alimentos y líquidos al estómago se relaja de forma anómala o se debilita, y al no cerrarse correctamente los alimentos pueden regresar e irritar al esófago.
Especialistas de la Clínica Mayo (Minnesota, Estados Unidos) ofrecen estos consejos para reducir la acidez estomacal:
1.- Coma menos. Al comer reduzca las porciones de sus alimentos y evite comer en exceso.
2.- Evite la ropa apretada. Las prendas que aprietan la cintura ejercen presión sobre el abdomen y el esfínter esofágico inferior (el músculo que se conecta con el estómago).
3.- Evite alimentos y bebidas que desencadenan la acidez estomacal. La grasa o la comida frita, las salsas a base de tomate, el alcohol, el chocolate, la menta, el ajo, la cebolla y la cafeína son los desencadenantes más comunes de acidez.
4.- No se acueste después de comer. Espere por lo menos 3 horas antes de recostarse o de ir a dormir.
5.- Eleve la cabecera de la cama. Si sufre acidez regularmente por las noches o mientras intenta dormir, eleve la cabecera de su cama con almohadas o cualquier otra opción.
Si estos síntomas persisten consulte a su médico. Especialmente si siente un fuerte dolor u opresión en el pecho, acompañado por otros síntomas como dolor en el brazo o la mandíbula, o dificultad para respirar, ya que puede tratarse de un ataque cardíaco. Y si experimenta dificultad para tragar o tiene náuseas o vómito constantes, también debe visitar a un especialista.
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