WASHINGTON. – Los países de las Américas alcanzaron casi la totalidad de las metas de salud de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), según un informe presentado a los ministros de salud de la región, durante el 55º Consejo Directivo de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
“Los esfuerzos de 15 años dieron su fruto y los países del continente lograron mejorar significativamente la salud de sus poblaciones”, afirmó Kira Fortune, jefa interina del Programa Especial en Desarrollo Sostenible y Equidad en Salud de la OPS. “Hoy, las personas de la región viven vidas más largas y sanas gracias a los ODM, tienen menos riesgo de morir por paludismo, y los niños, más probabilidades de sobrevivir al parto y llegar a cumplir 5 años de vida”, manifestó.
Los Objetivos de Desarrollo del Milenio fueron acordados por los países del mundo en las Naciones Unidas en septiembre del 2000 con el fin de impulsar el desarrollo humano. En ese sentido, se comprometieron a abordar temas importantes para el futuro de la humanidad como la eliminación de la pobreza extrema, la conservación del medioambiente, y la protección y promoción de salud de la población, entre otros.
El informe muestra que los objetivos relacionados con erradicar la pobreza extrema y el hambre (ODM1), reducir la mortalidad infantil (ODM4) y garantizar la sostenibilidad del medio ambiente (ODM7) entre 1990 y 2015 fueron alcanzados. Por otra parte, el objetivo 6 de combatir el VIH/sida, el paludismo y otras enfermedades fue alcanzado en parte, mientras que el relacionado con mejorar la mortalidad materna (ODM5) no fue alcanzado, aunque se registraron progresos.
Según detalla el reporte de la OPS, la proporción de niños menores de 5 años con peso inferior al normal en América Latina y el Caribe descendió un 63% entre 1990 y 2013, y la proporción de población que no puede satisfacer los requisitos mínimos alimentarios se redujo en un 60%, al pasar de 69 millones de personas en 1990 a menos de 37 millones en 2015.
La tasa de mortalidad en menores de 5 años en América Latina y el Caribe disminuyó en un 66%, de 43 a 15 por 1.000 nacidos vivos entre 1990 y 2015, y la tasa de mortalidad de menores de 1 año en las Américas se redujo en 62% (de 34 a 13 por 1.000 nacidos vivos) en el mismo período.
La región logró detener y comenzar a reducir la propagación del VIH. La prevalencia de la infección por VIH en América Latina y el Caribe disminuyó de 0,28% en 1990 a 0,17% en el 2015. Sin embargo, no se logró la meta de brindar tratamiento a todas las personas que lo necesitan, aunque creció significativamente alcanzando el 44%.
Los casos y muertes por paludismo disminuyeron drásticamente (64% y 78% respectivamente entre 2000 y 2013), al igual que la prevalencia y la mortalidad asociadas a la tuberculosis. Se estima que la incidencia de tuberculosis descendió de 56 a 26 casos por 100.000 habitantes entre 1990 y 2015.
El acceso de la población a agua potable alcanzó casi al 95% de los habitantes de la región, según cálculos de la OMS y UNICEF, mientras que la proporción de población sin acceso a servicios de saneamiento mejorados se redujo un 48,5% entre 1990 y 2015.
En contraste con estos resultados predominantemente positivos, la meta de reducir la mortalidad materna en tres cuartas partes entre 1990 y 2015 no fue alcanzada. Sin embargo, los cálculos de las Naciones Unidas muestran que la región logró una disminución del 49%, al pasar la razón de mortalidad materna de 102 a 52 por 100.000 nacidos vivos. La proporción de partos atendidos por personal de salud capacitado aumentó del 74% en 1990 a 94% en el 2014.
Estos avances, dice el reporte, reflejan también progresos en el acceso a los servicios de salud y hacia la cobertura universal de salud, así como el trabajo conjunto de diversos sectores para enfrentar las causas sociales y ambientales que determinan el estado de salud de las personas.
“Los ODM han llevado a fortalecer los compromisos mundiales con la salud y el desarrollo humano, han impulsado una respuesta inigualable a escala mundial y forjado asociaciones innovadoras”, consideró Fortune.
Sin embargo, la desigualdad sigue siendo un obstáculo para el progreso de la región y la recesión del 2008 restringió considerablemente los recursos en muchos países, lo que generó aún más retos para el logro de los objetivos, dice el informe. “Las lecciones aprendidas nos servirán de base para el diseño y la ejecución del enfoque que adoptará la OPS para apoyar a los países de la región a llevar adelante ahora la nueva Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible”, indicó la especialista de la OPS.
El Consejo Directivo de la OPS reúne a los ministros de Salud y a los delegados de alto nivel de los países miembros de la OPS/OMS en Washington, D.C., Estados Unidos, con el fin de debatir y analizar políticas de salud, y fijar las prioridades de los programas de cooperación técnica de la OPS, y la colaboración en salud pública a nivel regional.
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