Existen enfermedades sanguíneas que aunque son tratables, su única cura hasta el momento depende de un trasplante de médula ósea; encontrar un donador compatible es uno de los principales problemas.
Javier Bolaños, egresado de la carrera de Medicina del Tec de Monterrey, ha desarrollado junto con colegas un tratamiento para pacientes con anemia falciforme o beta talasemia, en el que no se requiere la compatibilidad de un donador.
El procedimiento consiste en trasplantes de médula ósea con mayor efectividad y sin la necesidad de tener un donador compatible, poniéndolo así al alcance de casi el 100 por ciento de quienes padecen dichas enfermedades. Este tratamiento fue realizado por Javier y sus colegas en el Centro Oncológico Kimmel de la Universidad Johns Hopkins, en Baltimore, Estados Unidos.
¿Cómo se desarrolló el tratamiento?
Javier estima que hay alrededor de 100 mil personas en Estados Unidos con anemia falciforme. Cuando una persona padece esa enfermedad, sus glóbulos rojos se vuelven rígidos, causando que pueda bloquearse el flujo de sangre y oxígeno hacia las distintas partes del cuerpo. Fue en 2015 que Bolaños comenzó a investigar tratamientos alternos para mejorar la anemia falciforme y beta talasemia.
Además de buscar alternativas para lograr que el un trasplante de médula ósea no necesitará de un donante compatible, otro problema al que se enfrentó el mexicano es que los trasplantes requieren dosis altas de quimioterapia que complican la salud del paciente. “El reto era doble: desarrollar un sistema de trasplantes sin altas dosis de quimioterapia y tolerado por todos los pacientes, y romper la barrera de compatibilidad.
Una de las principales diferencias entre los tratamientos tradicionales y el de Bolaños es un aumento en la radiación aplicada en los pacientes mediante quimioterapia y radioterapia. Esto a su vez bloquea algunos aspectos del sistema inmune para evitar que el cuerpo rechazara el trasplante.
A pesar del aumento, la dosis sigue siendo más baja que en otros tratamientos. Este 2019 Bolaños publicó un artículo en la revista médica británica The Lancet Hematology con sus resultados: Habían logrado ambos objetivos.
De los 17 pacientes que se les realizó un trasplante, únicamente uno rechazó el injerto y el 88 por ciento de los pacientes ya habían dejado de tomar medicamentos para evitar el rechazo. “Esto se traduce en una cura para la inmensa mayoría de los pacientes con estos padecimientos que lo requieran. Es absolutamente remarcable”, aseveró Bolaños.
Fuente: DICYT.
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