MUNDIAL.- Hoy en el Día Mundial contra la Hepatitis les compartimos las recomendaciones de los expertos sobre cómo combatir esta enfermedad silenciosa.
La hepatitis ingresa al cuerpo humano y muchas veces, silenciosamente se va, eliminada por el propio hígado. Pero cuando esto no ocurre, el virus de la hepatitis permanece allí alojado, dañando progresivamente este vital órgano, hasta que es demasiado tarde y estamos a la espera de un trasplante milagroso o los últimos días de vida.
La hepatitis es una inflamación del hígado que puede remitir espontáneamente o evolucionar hacia una fibrosis (cicatrización), una cirrosis o un cáncer de hígado. Los virus son la causa más frecuente de las hepatitis, que también pueden deberse a otras infecciones, sustancias tóxicas (por ejemplo, el alcohol o determinadas drogas) o enfermedades autoinmunitarias.
Las estadísticas mundiales indican que esta enfermedad es la octava causa de muerte en el mundo, por delante de los accidentes viales, HIV o diabetes y se cobra la vida de 1,5 millones de personas cada año en todo el mundo. Se trata de un grupo de enfermedades infecciosas que comprenden las hepatitis A, B, C, D y E y pueden provocar hepatopatías agudas y crónicas.
Esta enfermedad puede prevenirse con vacunación en los casos A y B y con nuevos tratamientos puede lograrse la cura del tipo C, que no posee vacuna. En este caso, se trata de antivirales llamados, genéricamente, de acción directa.
Síntomas
Aproximadamente el 70 a 80% de las personas con infección aguda por VHC no presentan ningún síntoma. Las personas con infección crónica por el virus de la Hepatitis C pueden tener síntomas no específicos, que van desde leves hasta severos, tales como: fatiga, naúseas, pértida de apetito, cefaléa, dolor abdominal y síntomas similares a la gripe.
Tipos y cuidados
La hepatitis A: se transmite a través del agua o de alimentos contaminados con el virus. La falta de servicios sanitarios adecuados y de higiene de manos en la manipulación de alimentos, incrementa el riesgo de transmisión del virus tipo A. Suele aparecer también después de las inundaciones
La hepatitis B: es una de las principales causas de hepatitis aguda en adultos, pudiendo evolucionar en cirrosis o cáncer primario de hígado en sus formas crónicas. Es importante destacar que, tanto la infección aguda como la crónica suelen ser asintomáticas. Esta hepatitis puede transmitirse por prácticas sexuales no seguras, por exposición a sangre infectada y de madres a recién nacidos
La hepatitis C: es la principal causa de cirrosis, cáncer primario de hígado y trasplante hepático en nuestro país, estimándose en casi 400.000 la cantidad de personas afectadas y de la cual, solo 1/3 conoce su diagnóstico. Se recomienda realizar el test para hepatitis C, al menos una vez en la vida, fundamentalmente en nacidos entre 1945 y 1972, pacientes con alteraciones de en los análisis de sangre relacionados al hígado, expuestos a inyecciones no seguras, transfusiones antes de 1995, hemodiálisis, portadores de HIV o hepatitis B y personas que lleven a cabo prácticas sexuales no seguras.
Fuente: La Nación
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