Con la pandemia del COVID-19 ha llegado también la sobreinformación que puede abrumar más que la misma pandemia. De ahí que el subdirector de la Organización Mundial de la Salud se refiera a una segunda pandemia tras la del COVID-19, la “infodemia”.
Con esto se refiere a la toxicidad que se produce a través de la constante información a la que son expuestas las personas.
La doctora Marcia Castillo, médico neuróloga explica que el ser humano no solo procesa esa información que recibe de manera cognitiva sino emocionalmente, el impacto que esta información genera no solo se produce en la corteza cerebral, es decir, el ser humano no solo piensa en esa información sino que hace una introspección y esto genera una cascada neuroquímica de angustia, miedo y pánico.
Explica que aunque es necesario estar informado, también es necesario parar. “Si no bloqueamos esa información en algún momento vamos a caer en un estado de ánimo depresivo, de ansiedad e insomnio y al pasar todo esto podríamos necesitar la asistencia de un profesional de la salud mental”.
De hecho la Asociación Americana de Psiquiatría ha estipulado que una vez termine la pandemia, las personas podrían necesitar un especialista de la salud mental.
La doctora Castillo recomienda apagar por un rato el televisor y en vez de noticias escuchar música relajante o solo escuchar el silencio, evitar exceso de publicidad, utilizando filtros en el correo electrónico, apagar el celular por unas horas, practicar la atención plenas, hacer ejercicios de respiración y relajación, leer y compartir esa lectura y conversar con los seres queridos.
Además, la especialista de la Neurología recomienda filtrar la información, buscar fuentes fidedignas, para evitar la propagación de informaciones falsas.
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